Con los ojos puestos siempre en el pinar

Vecinos de la parroquia monfortina de Moreda reclaman al Concello que corte unos árboles que amenazan tres viviendas

El pinar está en una ladera a menos de diez metros de las viviendas. TOÑO PARGA
photo_camera El pinar está en una ladera a menos de diez metros de las viviendas. TOÑO PARGA

Los residentes en tres viviendas del barrio de Outeiro de la parroquia monfortina de San Salvador de Moreda temen que los árboles de un pinar ubicado a menos de diez metros de las casas se les caigan encima o que sufran un incendio que pueda llegar a las viviendas. Exigen al Ayuntamiento que los tale de manera subsidiaria, después de que el propietario del pinar no acometiese la pertinente corta tras una orden que se le envió en septiembre el pasado año.

Según relatan los afectados, el pinar cuenta con 40 árboles de una altura considerable y está situado en una ladera ubicada justo por encima de las casas. Todo ello "conlleva un grave riesgo de caída o incendio", añaden los denunciantes. Los árboles están además próximos a una carretera.

Los vecinos dieron cuenta de los hechos ante el departamento municipal de medio ambiente en septiembre de 2016. Alertaron de que la proximidad del pinar a las casas suponía una infracción de la normativa de gestión de biomasa y de la ley de montes en prevención de incendios forestales.

Al no recibir contestación alguna sobre el procedimiento, denunciaron los hechos ante la Consellería de Medio Rural, que les contestó que el conflicto era de competencia municipal.

El asunto volvió al Ayuntamiento y el 2 de noviembre de 2017, la entidad local procedió a publicar en el Boletín Oficial de la Provincia el requerimiento para que el dueño talase el pinar, aunque esa publicación tampoco tuvo ningún efecto.La junta de gobierno local acordó en septiembre del año pasado apercibir al denunciado y advertirle de que, si en el plazo de un mes no cortaba el pinar, la administración ejecutaría la tala sin más trámites en el plazo de otro mes.

Los afectados resaltan que el plazo ya ha terminado en octubre y el pinar aún está en su sitio, con "manifiesto y evidente riesgo para la vida e integridad física de los moradores de las tres viviendas colindantes y los transeúntes de la vía de comunicación próxima al mismo".

Los vecinos están casados de esperar a que el Ayuntamiento tome medidas en un caso que comenzó hace más de tres años y que no les permite estar tranquilos en sus propias casas.

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