Un nuevo retablo para la 'Capilla Sixtina de Nogueira', en Chantada

La previsión es que las obras de la iglesia, que cuestan 10.000 euros, terminen en un mes
La Capilla Sixtina de Nogueira.AEP
photo_camera La Capilla Sixtina de Nogueira.AEP

Una inversión de 10.000 euros servirá para restaurar el único retablo que quedaba por renovar en el interior de la iglesia de Nogueira de Miño, en Chantada. Las obras ya están en marcha y, si todo va según lo previsto, estarán finalizadas en un plazo aproximado de un mes.

El proyecto incluye tanto la limpieza del retablo, una acción para la que han hecho falta 6.000 euros, como el arreglo de algunas imágenes muy deterioradas, acción que incrementó el presupuesto total. El templo, conocido como la Capilla Sixtina de la Ribeira Sacra, es una de las joyas de la corona románica de la comarca.

Un nombre muy similar se eligió para bautizar a la asociación que trabaja para promocionar la iglesia y velar por su buena conservación. Se llama Capela Sixtina de Nogueira y de ella forma parte Antonio Vázquez, que también es el sacristán del templo. "O colectivo promoveu esta actuación co obxectivo de poñer o retablo ao mesmo nivel que o resto de elementos", explica.

La financiación sale, según detalla, del dinero que se obtiene por las visitas a la iglesia. Este verano ha sido especialmente bueno en Nogueira de Miño, donde se llegaron a realizar hasta tres rutas guiadas distintas al día por la iglesia. El buen momento económico permitió asumir el proyecto.

El retablo. Antonio Vázquez detalla que es de estilo barroco. Se construyó a mediados del siglo XVIII, alrededor de 1755, y está dividido en varios pisos. El sacristán de Nogueira precisa que este elemento artístico pertenece a una etapa de transición entre la era barroca y la rococó.

La restauración y limpieza de las piezas era, según detalla, muy necesaria, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de proyectos de renovación llevados a cabo en el interior de la Capilla Sixtina de la Ribeira Sacra en los últimos años. "Houbo moitas obras financiadas pola Xunta e o Obispado de Lugo, pero este retablo quedara sen tocar", comenta un Antonio Vázquez que desconoce "as sorpresas que pode gardar o retablo e que retrasarían o remate das obras".

Mientras, los promotores del plan intentarán que las misas –ya no hay todos los días por la falta de sacerdotes– no coincidan con las horas de trabajos.

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