La juventud monfortina se ha ido moviendo de un sitio a otro a lo largo de los años para practicar el famoso botellón, siempre buscando lugares apartados. Se puede hablar del entorno del monte San Vicente o del parque de Os Condes en el inicio de esta moda que consiste en llenarse de alcohol y, quizá, probar alguna sustancia enteógena. Si a esto le sumamos la euforia que pueden producir unas y otras sustancias el cóctel es perfecto para comprender lo ocurrido en la madrugada de este sábado en el centro de la ciudad, en el entorno recientemente urbanizado por el Ayuntamiento conocido como Zona C.
A alguien se le ocurrió la idea de que dos jóvenes se subiese a un carro de compra de un supermercado para bajar a toda velocidad por una rampa que da acceso al paseo fluvial del Cabe. No les llegó con la inercia que podría coger el carrito gracias a su peso, sino que un tercero les dio impulso.
El resultado fue que los dos jóvenes que se atrevieron a realizar tal temeridad jaleados por decenas de personas de su misma edad se estamparon contra el muro de contención del paseo con la enorme suerte de que ninguno de ellos se rompió el cuello o la espalda. Se levantaron quejosos, pues las contusiones padecidas no debieron ser menores. Sin embargo, no consta que fuesen llevados al hospital por una ambulancia dl 061.
Los residentes en la Rúa Rof Codina de Monforte llevan años denunciado los botellones que tienen lugar en el paseo fluvial de la parte posterior de sus casas sin que, destacaron en varias ocasiones, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado hagan algo para acabar con estas conductas, que tachan de indeseables tanto por el alboroto que causan a altas horas de la noche como por la cantidad de basura que dejan tirada en el lugar. A estos vecinos se suman ahora, a través de quejas relativas a los ruidos que causan los que practican el botellón en la Zona C, los que residen en el barrio de Cobas.