Una mujer de 105 años avisa de un fuego en su casa por la teleasistencia de Cruz Roja

Se declaró en la chimenea del inmueble y fue extinguido con rapidez. No hubo daños personales y los materiales fueron escasos
Chimenea de la casa de Montecelo afectada por el fuego. EP
photo_camera Chimenea de la casa de Montecelo afectada por el fuego. EP

El servicio de teleasistencia domiciliaria que tiene en marcha desde hace años la Cruz Roja sirvió en la tarde de este viernes para que una mujer de 105 que reside sola en una casa del pueblo de Montecelo, perteneciente a la parroquia de Diomondi, en el municipio de O Saviñao, advirtiese de un incendio en su vivienda.

Se trata de un aparato que se lleva colgado del cuello y con el que se puede advertir de cualquier problema a la Cruz Roja, que se encarga de advertir de las emergencias al 112. Fue lo que hizo esta anciana para que hasta su domicilio llegasen agentes de la Guardia Civil y bomberos. El siniestro quedó en nada, pues el fuego solo afectó a la chimenea, por lo que no hubo que lamentar daños personales. Los materiales, dijeron las fuentes consultadas, fueron menores, ya que el fuego no afectó estructuralmente a la vivienda.

La afectada, cuya casa en Montecelo es conocida como la de O Carajillo, vive sola porque, manifestaron aquellos que la conocen, a pesar de su avanzada edad siempre se ha negado a ir a una residencia o a vivir con alguno de sus sobrinos. Son estos los que se encargan de atenderla, de ir todos los días al pueblo para saber cómo se encuentra y si tiene alguna necesidad. Todos señalaron que a pesar de esos 105 años la mujer se desenvuelve a la perfección.

EL SINIESTRO. De los incendios que ocurren en O Saviñao se encargan los bomberos del cuerpo comarcal de Chantada, pero en el momento en el que se produjo el de Montecelo los agentes estaban desplazados en otro que se originó en Palas de Rei. Fue por ello que llamaron a sus compañeros de Monforte para que les echasen una mano.

Dos dotaciones de la ciudad del Cabe se acercaron hasta el lugar, donde la Guardia Civil ya había intervenido para apagar el fuego de la chimenea. Los monfortinos solo tuvieron que acabar de extinguir la combustión que por acumulación de hollín se había producido en la chimenea de la casa. Los bomberos recordaron, una vez más, la necesidad de tener limpios los tiros de las chimeneas y de que estas estén separadas de elementos combustibles como madera.

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