Monforte a través de sus zapatos

Lo que hace décadas era una de las fábricas de calzado más importantes de la Ribeira Sacra es hoy un museo gratuito en el que Ramón Pérez, zapatero de vocación,enseña con orgullo las máquinas originales de un negocio que cerró hace ya 12 años

Pérez, delante de modelos de zapatos que elaboró. TOÑO PARGA
photo_camera Pérez, delante de modelos de zapatos que elaboró. TOÑO PARGA

ENTRAR EN CREACIONES RAMA es viajar al pasado. Dentro de la fábrica pueden observarse multitud de máquinas con más de medio siglo de antigüedad, una maqueta de veinte metros cuadrados de la ciudad del Cabe con sus edificios y monumentos más representativos, una colección de cámaras fotográficas y de vídeo, bolígrafos de todas las formas y colores, mesas de relojería e incluso carteles de la estación de tren de Monforte de hace más de 60 años. Ramón Pérez González es el responsable de esta fábrica de recuerdos imborrables que hace tres años transformó en museo gratuito. Desde entonces, 6.000 firmas en el libro de visitas atestiguan que conserva un patrimonio que merece ser visto y, sobre todo, explicado.

Ramón Pérez, con una de las máquinas que todavía funciona en su fábrica. TOÑO PARGA"Yo le llamo museo pero es una exposición para abordar lo que fue y sigue siendo el calzado en Monforte", reconoce el responsable de la fábrica. "En activo ahora mismo existen tres empresas. Yo no quiero borrar esto. Hubo un momento en el que pensé en deshacerme de todo, pero no, porque vienen amigos, les explico el funcionamiento de las máquinas, recibo a colectivos, colegios, etcétera. Si alguien necesita asesoramiento yo estoy dispuesto a trabajar con las escuelas de maestría de la ciudad para colaborar con ellos", asegura Ramón Pérez.

Hace doce años que decidió poner fin a Creaciones Rama como fábrica de zapatos. "Como museo llevo casi 3 años. He recibido excursiones hasta de Alemania, con guía, a través de Expo Lemos. Para mí es un orgullo que venga la gente. En el libro de visitas ya tengo cerca de 6.000 firmas en todo este tiempo". Centros educativos, asociaciones y colectivos de todos los ámbitos contactan directamente con Ramón Pérez para visitar las instalaciones de su fábrica y experimentar de primera mano la apasionante historia de las muchas máquinas que componían su factoría.

Además de su labor como fabricante de calzado, Pérez González trabajó durante muchos años representando a comercios de la zona en toda la provincia. "Me dedicaba a vender sus productos en establecimientos de Lugo y del resto de la provincia. Llevaba muchos negocios y llegué a tener una amplia cartera de clientes", explica. Compaginó su labor de comercial con la de responsable de la fábrica desde que tenía 15 años, cuando se hizo cargo del negocio por el fallecimiento de su padre. "En aquel momento tenía a 20 personas a mi cargo. Sin duda eran otros tiempos", indica.

INDUSTRIA MONFORTINA. De las muchas fábricas de calzado que poblaban la ciudad del Cabe hace décadas, tan solo quedan tres negocios que se dediquen a este sector en la actualidad. Para Ramón Pérez González, esto tiene una explicación muy sencilla. "La gente cree que la industria en Monforte cayó por una falta de modernización de las máquinas. Eso es mentira", asevera el responsable de Creaciones Rama.

"Lo que pasó aquí es que no hubo relevo. Nuestros descendientes no siguieron con las fábricas y eso provocó que cayeran en desuso o muchas de ellas desaparecieran. Yo me he preocupado de que las máquinas sigan funcionando porque son un patrimonio que merece ser visto", asegura Pérez. "Nací hace 80 años encima de una piel". Este entusiasmo le empuja a querer trasladar sus conocimientos a las nuevas generaciones o a todo aquel que esté interesado en saber un poco más de la historia del calzado en la ciudad del Cabe.

"Esta fábrica podría seguir funcionando. De hecho, mucho de lo que se está haciendo ahora es una copia de los modelos de los años 60", reconoce. Para demostrarlo, enseña varios modelos de zapato castellano, de ejecutivo (lo que hoy se conoce como modelo Oxford) o botas militares estilo Panama Jack que perfectamente podrían formar parte de una colección moderna y actual.

"Se habla demasiado desde la ignorancia cuando se trata el tema del calzado monfortino", denuncia Ramón Pérez, visiblemente orgulloso por la ausencia de "robotismo" en su fábrica. "Lo que nos diferenciaba era un trabajo a mano excelente. De ahí la importancia de mantener las máquinas en buen estado. Aquí eran un complemento a la mano del obrero, que era quien tenía la verdadera responsabilidad del resultado final", concluye el retirado zapatero.

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