Monforte cumple con la tradición del Martes de Pascua con devoción y bendición de campos

El alcalde acudió, como es costumbre, a renovar el voto con la virgen de Montserrat en unos actos que todavía no han recobrado la normalidad
El alcalde y miembros de la corporación acudieron a los actos. SUSO MONTERO
photo_camera El alcalde y miembros de la corporación acudieron a los actos. SUSO MONTERO

El alcalde de Monforte, José Tomé, acudió la mañana de este martes a renovar su voto de devoción con la virgen de Montserrat. La tradición del Martes de Pascua, día festivo en la ciudad del río Cabe, dice que los regidores deben mostrar en esta jornada fidelidad a la patrona, agradecerles su intercesión en nombre de los vecinos y comprometerse a celebrar la festividad el próximo año. Este gesto precede a la bendición de los campos, que se llevó a cabo desde el atrio de la iglesia de A Régoa.

Este es el escenario del Martes de Pascua desde el comienzo de las obras de restauración que mantienen cerrado el templo de San Vicente. Las actuaciones obligaron a trasladar en octubre de 2019 a la Virgen por primera vez en siete siglos.

En A Régoa, con menos capacidad, se han celebrado los últimos dos años todos los actos religiosos relacionados con la patrona de Monforte. Además del Martes de Pascua, dichas fechas son el 27 de abril y el 15 de agosto.

EL DÍA. Junto a Tomé asistieron diversos miembros de la corporación municipal y representantes institucionales y de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. La misa fue presidida por el párroco Rafael Mella y contó, como es también costumbre, con la presencia de las Camareras da Virxen, así como de los miembros de su cofradía.

"Dende que son alcalde, comprometinme a manter esta importante tradición na honra á nosa patroa", valoró el regidor, contento por haber cumplido con una tradición "centenaria" en la que, como recordó, renovó sus votos y mostró su compromiso "a seguir celebrando tanto este día coma o 15 de agosto".

SAN VICENTE. El templo es objeto de un importante proyecto de restauración al que el Ministerio de Cultura destinó 800.000 euros. El objetivo era la rehabilitación de numerosos espacios y elementos, que presentaban un elevado nivel de deterioro.

A estas obras hay que añadir la renovación de la cubierta, destrozada en un temporal de viento ocurrido en mayo de 2020. La Xunta es la promotora de unos arreglos que cuestan 115.700 euros.

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