La capital de la Ribeira Sacra no para de crear espacios de alto valor medioambiental relacionados con el ocio. El último es una amplia zona de esparcimiento a orillas del río Cabe situada entre los barrios de A Pinguela y Cobas gracias a una aportación de 700.000 euros de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) y a otra de la Diputación de Lugo de más de 150.000.
El lugar estaba muy deteriorado medioambientalmente, por lo que fue preciso efectuar un desbroce selectivo al tiempo que se intervenía en el entorno de la laguna de A Pinguela y también en el cauce del río. Además, se procedió a la eliminación de las especies invasivas o foráneas y a la plantación de las típicas de ribera.
Para la estabilización del cauce se buscó una solución de bioingeniería mediante una empalizada de troncos, que garantizará la estabilización de los taludes al tiempo que protegerá aquellas zonas del río que son más susceptibles de ser erosionadas en épocas de avenidas o de fuertes lluvias.
También se procedió al acondicionamiento de un sendero peatonal alrededor de la laguna, actualmente intransitable, a través de la mejora del firme, colocando piezas de pizarra de forma que el camino quede delimitado.
En la parte final del actual sendero se levantó una pasarela de madera atravesando el canal de entrada a la laguna para conseguir una senda de recorrido circular alrededor de ella.
Además, en cumplimiento de la normativa europea que indica que los cauces de los ríos tienen que tener garantizada la conexión longitudinal de su cauce, se procedió a la demolición completa de los restos de una presa de hormigón semiderruida por la erosión que produjeron las intensas lluvias y las riadas registradas en el invierno del año 2016.
A todas esas actuaciones se le sumó la construcción de un azud desmontable que solo funcionará en verano para garantizar una película de agua en la laguna que permita que en la zona siga existiendo una gran biodiversidad.
Una rica fauna
Los biólogos que han estudiado la fauna del río Cabe dicen que se puede hablar de un centenar de aves diferentes, como el martín pescador o el mirlo acuático, pero también de la garza o el cormorán.
Destaca la existencia de muchos tipos de mamíferos, peces, anfibios o insectos. En este sentido, se puede hablar de la presencia de nutrias en un río que, algunas voces, han calificado en más de una ocasión de muy contaminado. Los naturalistas señalan que no puede ser así, pues de lo contrario todas estas especies no vivirían en el tramo semiurbano del Cabe.
Hubo que luchar para que no proliferasen especies invasoras como la carpa, la tortuga de Florida o el cangrejo americano
El único pero es la existencia, ya controlada, de una importante cantidad de tortugas de Florida de gran tamaño (soltadas por los vecinos cuando ya molestan en casa), ejemplares de carpa común y una abundante población de cangrejo americano.
Esparcimiento
Si algo destaca en toda la zona es la gran cantidad de espacios verdes llena de bancos y senderos para pasear durante horas.
Otra de las particularidades de este parque es que cuenta con una zona para que los niños aprendan educación vial.
