"Mis síntomas no eran de fiebre o tos. Sí sentía que me faltaba el aire al pasear por la habitación"

Alejandro Sousa, urólogo de Monforte que superó el coronavirus, llama a la cautela y a seguir las pautas de las autoridades sanitarias sin caer en el pánico
Alejandro Sousa. AEP
photo_camera Alejandro Sousa. AEP

Tranquilo y animado. Así se encuentra el doctor Alejandro Sousa después de recibir el alta en el Hula, donde ingresó al dar positivo por coronavirus. El urólogo monfortino dice que los síntomas de la enfermedad en él se tradujeron, principalmente, en dificultades respiratorias. Desde la posición de alguien que ha superado el Covid-19 lanza un mensaje de ánimo y cree que el confinamiento es la medida más efectiva para frenar y controlar la pandemia.

¿Cómo se encuentra?
Perfectamente. El día que ingresé en Lugo tenía dificultad respiratoria. Mis síntomas nunca fueron de dolor o fiebre alta. Ni siquiera de tos fuerte. Sí sentía que me faltaba el aire si paseaba por la habitación.

¿Su familia también está bien?
Sí. Luisa, mi pareja, estuvo tres días ingresada en Monforte. Le hicieron tres veces la prueba del Covid-19 y en todas dio negativo. Nunca se lo llegaron a diagnosticar. Me gustaría decir que el mundo no se acaba con esta enfermedad. Cuando te comunican que tienes el coronavirus no están diciendo que tengas sida o ébola. Hay una línea entre la prudencia y el miedo excesivo. La primera la entiendo perfectamente, pero se debe tener cuidado con lo segundo. Es preciso seguir las recomendaciones sin caer en el pánico ni en un estado de alarma exagerado. Repito, el mundo no se acabará mañana y habrá que reconstruirlo, porque económicamente va a quedar muy tocado.

¿Quién es el responsable, a su juicio, de ese miedo excesivo?
Todos lo somos. Algunos medios de comunicación tienen parte de culpa. Aunque hay programas y contenidos que invitan a la reflexión, también veo mucha batalla mediática y hasta política en la que se acusan los unos a los otros y se deforma la verdad. Y luego nosotros mismos vivimos pegados al whatsapp. Nos pasan información falsa y la transmitimos. Las redes sociales son un peligro.

Vivimos pegados al whatsapp. Nos pasan información falsa y luego la difundimos. Las redes sociales son un peligro

Como médico, ¿cree que veremos pronto una vacuna que ayude a combatir el coronavirus?
No podemos esperar por ella. Pueden pasar muchos meses hasta que veamos una vacuna con todas las garantías de operación clínica. Las vacunas se basan en una carga viral que genera inmunidad. Si se hace de forma incorrecta es un peligro, por eso es una tontería pretender tenerla antes de verano u otoño. Seguramente cuando encontremos la vacuna el proceso se habrá resuelto solo.

¿Y mientras?
Ahora mismo estamos en un desierto terapéutico en el sentido de que no hay tratamientos efectivos. Los médicos debaten cada día cómo salvar a un paciente. Lo que funciona es no infectarse y para eso hay que estar en casa. El problema del aislamiento es que no se ven los efectos hasta pasados 15 días, pero lo bueno es que después de ese tiempo en vez de mil afectados habrá 500 y muchos lo pasarán de forma suave o ni se darán cuenta de que lo han tenido. Eso significa que en el futuro habrá un buen número de pacientes que no serán contagiosos. El foco acabará sumiéndose y los pocos infectados que habrá serán controlables. Eso nos ayuda y el verano, cuando llegue, también jugará a nuestro favor gracias al calor. Si un virus a 20 grados puede aguantar varios días en una superficie, si se sobrepasan los 30 tal vez no dure en el mismo sitio más que unas horas.

¿Qué opina de los ensayos con plasma de pacientes ya curados?
Es una buena noticia y creo que puede ser una medida efectiva para tratar a los pacientes más graves. El plasma de una persona curada tiene anticuerpos que facilitan la recuperación a quien está infectado. Aunque estemos en un desierto terapéutico, estos avances son positivos y nos ayudarán a salir de esta. Seguro.

¿Cómo lleva usted el confinamiento, ahora en su domicilio?
Lo llevo bien, como puedo. Por suerte siempre tengo algo para leer o estudiar y uso internet, la televisión, Netflix... Como cualquier hijo de vecino.

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