Un mecenas sufragará la limpieza del retablo del colegio del Cardenal

La comunidad escolapia dice que las diferentes actuaciones las pagará un benefactor anónimo

Parte central del retablo en Monforte. TOÑO PARGA
photo_camera Parte central del retablo en Monforte. TOÑO PARGA

Un mecenas, un benefactor anónimo, se encargará de sufragar el coste de la limpieza del retablo principal de la iglesia del colegio del Cardenal. Se espera que los trabajos, principalmente dirigidos a la retirada de la importante capa de polvo que resta vistosidad a una obra de gran valor artístico, comiencen a finales de este mes.

Así lo dio a conocer en la tarde de este martes el responsable de la comunidad escolapia de Monforte, Javier Agudo, quien se negó en rotundo a desvelar el nombre de la persona que aportará el dinero necesario para llevar adelante la restauración. Sobre su coste, Agudo tampoco quiso dar detalles.

Sí dijo que los trabajos serán acometidos por expertos restauradores que ya han trabajado en diferentes ocasiones para la Diócesis de Lugo y que en los próximos días se conocerá el alcance de las tareas. Adelantó que consistirán prácticamente en la limpieza del polvo fijado al retablo y en la aplicación de unos aceites protectores, al considerar que gracias a una intervención llevada a cabo en el año 1985, cuando se realizó un tratamiento contra xilófagos, no se aprecia que la carcoma afecte al retablo, por lo menos en las partes bajas de este. Así, se espera que no sea necesario utilizar insecticidas.

La Dirección Xeral de Patrimonio conoce la actuación propuesta. Ha reclamado que el equipo restaurador envíe un informe antes del inicio de las tareas para darle su visto bueno.

Javier Agudo espera que no haya trabas, pues dijo que se trata de "poco más que pasar un plumero por el retablo".

SUCIEDAD. Esta pieza escultórica, realizada en madera de nogal, con una talla de filigrana, ofrece actualmente al visitante una imagen de abandono debido a la capa de polvo que recubre los relieves y las dos esculturas de bulto redondo, Nuestra Señora de la Antigua y San Ignacio de Loyola, que conforman el retablo de tres cuerpos.

La suciedad acumulada durante años le confieren un aspecto blanquecino que desvirtúa la estética del retablo.

De ellos alertaron durante años especialistas en patrimonio, que abogaban por una intervención por parte de la Xunta de Galicia que no llegó.

También habían hablado de la necesidad de retirar una tarima de pino situada frente al retablo, pues se creía que era el principal foco de infección de xilófagos.

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