El Matador "volvió a las andadas nada más salir de la prisión"

El narco monfortino no dejó de ser contacto de un cártel, por lo que cayó con 600 kilos de coca
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photo_camera Carlos García Morales, alias 'El Matador', en una foto de archivo tras ser capturado en Colombia en el 2011. AEP

Los hay que no saben, o no quieren, abandonar la senda del crimen. Lo ejemplificaba hace días Sito Miñanco, al conocerse que la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional pedía para él 31 años y seis meses de prisión acusado de organizar la importación de más de 4 toneladas de cocaína en Galicia, hasta que cayó en la operación Mito en 2018.

Tras casi media vida a la sombra, afrontará otra pena que alargaría su estancia entre rejas hasta la vejez porque, según lamentan quienes lo conocen, "no ha sabido hacer otra cosa". Algo parecido ocurre con el monfortino Carlos García Morales 'El Matador'. Dedicado a la misma línea de negocio que el capo cambadés, su paso por penitenciaría no sirvió para corregir sus códigos de vida, ya que "nada más salir de prisión, volvió a las andadas".

Si la Fiscalía reitera que Sito Miñanco hizo del narcotráfico su modus vivendi, organizando alijos incluso estando encerrado, y que "carecía de la más mínima voluntad de rehabilitarse", la historia de García sigue una sinopsis parecida pese a que de casta no le venía al galgo, ya que su padre era guardia civil. Y con destino en Monforte, donde en 1975 nació El Matador, también con familia en A Limia y que, no obstante, se crio en Cudillero, Asturias, razón por la que pocos vecinos relacionan hoy su rostro con la ciudad del Cabe.

En la exposición el miércoles de la operación Espeto, saldada con 19 arrestos y la incautación de 2,6 toneladas de cocaína y un arsenal de armas, Antonio Martínez Duarte, comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, repasó el historial de este narco que, desde su chalé en Pereiro de Aguiar, era el "contacto" del cártel colombiano de Los Rastrojos, "la persona encargada de la introducción de la droga" en España y el responsable de su distribución, motivo por el que se le pudo detener a finales de octubre con cerca de los 600 kilos de coca que guardaban en Siero.

"Ya había sido detenido por nosotros en 2009, tras lo que se fugó a Medellín", donde finalmente fue arrestado en 2011 y extraditado a España, recapituló Duarte. Entonces, apenas pasada la treintena, trabajaba en la ría de Arousa junto a José Manuel Vila, 'El Presidente', y cayó en el marco de la operación Giga, también conectada con la Camorra napolitana y que acabó con una de las mayores infraestructuras de lanchas rápidas, tras interceptarse un envío de 5 toneladas de coca en el barco Doña Fortuna.

Nada que lo desacreditase a ojos de los colombianos y sus asociados de otros países de Latinoamérica. "Cumplió diez años de cárcel y nada más salir de prisión volvió a las andadas", certificó Duarte. Esta nueva operación, iniciada ya en enero del año pasado, lo devolverá ahora a la casilla de salida.

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