Una madre festivalera que disfruta de los directos con su hijo

Amil Sampedro y su progenitora, Tamara Sánchez, se estrenaron en el Castañazo, pero ya han acudido juntos a numerosos festivales
Amil, de doce años, disfrutó del Castañazo junto a su madre. MIGUEL PIÑEIRO
photo_camera Amil, de doce años, disfrutó del Castañazo junto a su madre. MIGUEL PIÑEIRO

Con solo doce años de edad, Amil Sampedro puede presumir de conocer casi todos los festivales de Galicia. En parte es gracias a su madre, Tamara Sánchez, aficionada a la música en directo y que siempre va con él. Fue la primera vez de ambos en el Castañazo, adonde acudieron atraídos sobre todo por SFDK, S.A. y Nao

"Leva vindo comigo de festival desde os tres anos. É algo que nos encanta. Xa estivemos no Resurrection, en Pardiñas ou no Revenidas. Tocaba vir por primeira vez ao Castañazo", comentaban mientras esperaban la llegada del padre de Amil. Como casi todos los amantes del rock con edades comprendidas entre los 30 y los 40, el hombre es fanático de S.A. 

Eso sí, Tamara dejaba muy claro que el alcohol "nin o cheiro cando estou con Amil". Lo matizó porque en ocasiones "miráronme raro por levar de festival ao meu fillo, pero non hai ningún problema se tes a cabeza onde a tes que ter".

En su caso, lo de ir de festivales parece llevarse en la sangre. Esta familia llegó a Chantada desde Teo, en las proximidades de Santiago, un lugar relativamente cercano teniendo en cuenta que mucha gente se desplaza desde fuera de Galicia para disfrutar del Castañazo. 

Uno de los ejemplos fue el de Andrea Oca Domínguez, santiaguesa que trabaja en Madrid como periodista y que aprovechó el puente para repetir en el Castañazo. Era su segunda vez. 

"O que máis valoro do festival é a súa organización. En comparación con outros que se celebran en Galicia é espectacular. Faise nun recinto cuberto que está preto da zona de acampada", indicó. Andrea destacó, además, "a limpeza dos pavillóns e das duchas. É algo que se agradece". 

PREFERENCIAS. Respecto al cartel señaló que el de la edición de 2018 era más de su gusto. Aun así tuvo buenas palabras para SFDK y se mostró sorprendida con Huntza. "Non coñecía este grupo e paseino realmente ben no seu concerto", dijo. 

Ella, al igual que Amil y su madre, optó por uno de los pabellones para pasar el fin de semana en Chantada. Otros prefirieron los hoteles y los más afortunados consiguieron sitio en algún piso del municipio. 

El público local no falló, aunque la mayoría acudió desde fuera. Entre las procedencias más lejanas a Chantada, la organización registró ventas de entradas en lugares como Palencia o Castellón.

Comentarios