Un grupo de excursionistas que este fin de semana se acercaron hasta la Fervenza da Pedriña, situada entre Vilarbacú y Outeiro, en el municipio de Quiroga, se encontraron con que buena parte del lecho del río Quiroga a la altura de este punto estaba cubierto de una capa de limo de color gris.
Todo apunta, según las fuentes consultadas, a que se trata de residuos procedentes de las pizarreras que hay unos kilómetros arriba del cauce. Añadieron que las balsas de decantación de las pizarreras no funcionaron adecuadamente y liberaron una importante cantidad de polvo de mineral.
Los excursionistas han puesto en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil el caso. Son los mismos que han denunciado en diferentes ocasiones desde hace años sucesos similares sin que, aseguraron, nunca se haya sabido nada de sanciones o exigencias medioambientales en un espacio que a día de hoy es geoparque mundial de la Unesco.
