Una larga historia pegada a las viñas

Pincelo ya elaboraba vino a mediados del siglo XIX y fue la bodega pionera en Lugo en embotellar, algo que muchos no compartían
Alfonso Regal, con una de las referencias que produce Pincelo. MIGUEL PIÑEIRO
photo_camera Alfonso Regal, con una de las referencias que produce Pincelo. MIGUEL PIÑEIRO

En la bodega Pincelo, situada en el lugar homónimo de la parroquia de A Sariña, en Chantada, están muy orgullosos de sus orígenes. Haber sido "os primeiros en embotellar o viño na provincia de Lugo cando todo era a granel" no fue fácil, reconoce su propietario, Alfonso Regal. Muchos no entendían esa forma de trabajar y lo cierto es que "ao principio costou, era todo un atrevemento, pero visto o visto tampouco estabamos tan enganados", señala.

En este lugar, que además de por los viñedos destaca por las cerezas, elaboran cuatro referencias, que, en total, suman unas 60.000 botellas por cosecha. Con la mencía como variedad estrella, sus caldos se dividen en función de la antigüedad de las cepas de sus parcelas en Portotide y Santiago de Arriba, que son el gran tesoro de esta bodega familiar.

Las uvas de las vides de mayor edad, superiores a los 100 años y muchas de ellas incluso prefiloxéricas, se encuentran en una finca de 7.000 metros cuadrados y van a parar al Herencia de Martina.

Se trata de un vino elegante que desde Pincelo recomiendan acompañar de cualquier elaboración típica de la cocina gallega. Su producción es muy limitada y suele rondar las 1.400 botellas por cosecha.

Con las vides de entre 50 y 80 años elaboran otro monovarietal mencía, que lleva por nombre ‘1985, El Origen’. Alfonso Regal asegura que el nombre de este tinto es "un recordo do ano en que se iniciou o camiño máis actual desta adega".

Y es que sus orígenes se remontan, al menos, a 1840, según unas escrituras que hallaron en la bodega referentes a la construcción del edificio. Sin embargo, Alfonso sostiene que la producción de vino en su familia puede ser mucho anterior, "pois aquí o que había era viñas e cereixas".

Sea como sea, este tinto hace referencia a otra fecha, 1985, momento en el que comenzaron a funcionar como bodega industrial, embotellando sus caldos, pero sin perder de vista el trabajo artesanal con el que, aún a día de hoy, elaboran sus caldos. Un buen ejemplo es este tinto que hace referencia al origen de la firma Pincelo, "un recordo vivo da vinificación máis tradicional".

Este tinto de color violáceo, potente y con gran cuerpo es una cosecha limitada y una de las referencias más demandadas de esta bodega chantadesa.

Sin embargo, es el mencía Pincelo el más vendido. Elaborado con uvas de cepas de hasta 40 años, es un vino bien estructurado y corpulento que, en boca, destaca por su final largo y aromático.

Regal dice que fue "a primeira marca que houbo na provincia" y destaca una frase que repiten clientes y expertos en cata: "é o Ribeira Sacra que un quere atopar", en referencia a que comparte las características típicas de un vino de la denominación de origen, "sen madeira, nin engadidos, nin cousas raras".

Por último, producen Momentum, al que le realizan una fermentación tradicional controlando su temperatura. De nuevo, se trata de una cosecha limitada a un pequeño número de botellas.

El proyecto

La bodega Pincelo lleva sus vinos al exterior desde hace años. Viajan a países tan remotos como México, Colombia o Malasia. Alfonso Regal indica además que están trabajando para entrar en Panamá en los próximos meses.

Mientras tanto, no descuidan el enoturismo y es habitual que reciban grupos de visitantes, interesados en conocer sus instalaciones y viñas, descubrir sus cuatro referencias y, sobre todo, pasar un buen momento en un entorno inmejorable, donde incluso cuentan con restaurante.

De Pincelo, Regal destaca que el núcleo «está rexurdindo nos últimos tempos, con varios proxectos en marcha e é moi bonito ver como medra o lugar de onde eres».

En su caso, están barajando la posibilidad de incorporar habitaciones para los turistas, de modo que estos puedan tener una experiencia completa tras su visita a la bodega, combinando vino, gastronomía y alojamiento.