Las vacas de un ganadero de la parroquia de Esmoriz (Chantada) sufren desde hace meses los ataques de una jauría de unos cinco perros, algunos de ellos de gran tamaño. La persona afectada, Víctor Fernández, afirma que sus reses han padecido esta situación 13 veces en los últimos meses, por lo que ya ha puesto hasta cuatro denuncias (la última ayer, jueves) ante la Guardia Civil.
El ganadero indica que los ataques son provocados por el dueño de los perros, un vecino de Vilaguillulfe, un núcleo del concello de Carballedo colindante con Esmoriz. "Ao principio pensei que era un accidente e que os cans simplemente escapaban e atacaban as vacas, pero logo empecei a ver que eran intencionados", explica Víctor, quien añade que también ha recibido amenazas personales del propietario de los canes.
"Creo que a tomou comigo porque son o único que denuncia as súas falcatruadas, pero esta persoa tivo problemas con outros veciños da zona, que están asustados", comenta el ganadero denunciante, que pastorea a menudo cerca del río Asma, en un lugar próximo a la casa del dueño de los perros. Según dice, este pasea con los canes atados por las pistas y en cuanto ve a Víctor con las vacas los suelta.
Es en ese momento cuando empiezan los ataques. Los perros, reconoce Víctor, no llegan a morder a su ganado, o al menos él no ha visto marcas de dientes en los cuerpos, pero sí lo hacen correr y lo acorralan.
En los últimos tiempos, dos de sus 35 vacas han sufrido abortos y otra ha sido sacrificada. A falta de los informes veterinarios que lo certifiquen, Víctor cree que las causas pueden ser el estrés y los daños producidos a causa de las intensas persecuciones.
Lo que teme el ganadero es que el problema se alargue, pues asegura que siempre que interpone una denuncia se produce un nuevo ataque, a cada paso más agresivo, a las pocas horas. La última vez que los perros la tomaron con las vacas fue el martes por la tarde. Víctor se enteró al salir de un curso al que asiste en Arcos, otra parroquia de Chantada.
El primer ataque fue hace un año
El primer ataque fue hace un año
Como todos los ganaderos, Víctor busca las zonas más productivas para el pastoreo. Desde el ataque a él y a sus primos estuvo un tiempo sin ir cerca del río. La pasada primavera optó por regresar y los perros empezaron a tomarla con las vacas.
Razas grandes
Víctor detalla que la jauría la conforman al menos cuatro o cinco ejemplares e incluso ha podido identificar algunas razas. Dice que uno es un perro lobo checoslovaco (cuya tenencia no es recomendada para dueños principiantes por los expertos debido a su complicado carácter), aunque también ha visto un pastor belga y otro que describe como algo parecido a "unha mestura de husky con outra raza".