Iniciado el derribo de los restos de la casa que cayó en Calvo Sotelo

El alcalde de Monforte baraja la elaboración de un informe de daños en las casas conlindantes

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photo_camera Trabajos de derribo en la vivienda que se desplomó en la Rúa Calvo Sotelo. MIGUEL PIÑEIRO

La Rúa Calvo Sotelo recupera poco a poco la normalidad después de que parte de la casa ubicada en el número 155 se viniese abajo el pasado jueves. El alcalde de Monforte, José Tomé, indicó que a las pocas horas de producirse este suceso envió desde el Ayuntamiento una orden a los propietarios para que procediesen a derrumbar los restos del inmueble.

Las obras ya están en marcha y el tráfico se ha restablecido en ambas direcciones, quedando vallado únicamente un trozo de la acera ubicada justo delante de la vivienda. En principio, la Policía Local cortó de forma parcial el tránsito de vehículos, que se reguló durante unas horas con semáforos de obra situados a cada lado.

Asimismo, el regidor socialista de Monforte anunció la elaboración de un "exhaustivo informe" para determinar si en las casas colindantes se produjeron daños a causa del último desplome, como se cree que pudo ocurrir con la vivienda del 155, situada justo al lado de tres que cayeron en la Navidad de 2017. El del pasado jueves fue el cuarto derrumbamiento de una residencia que sufre esta calle, ubicada en el barrio de A Estación, en apenas año y medio.

Tomé destacó la "boa cooperación" de los propietarios del inmueble, quienes, según dijo, "non viven en Monforte". El alcalde lamentó igualmente que los dueños de este tipo de casas unifamiliares "non boten man delas e as deixen deteriorar".

Las viviendas en mal estado son muy habituales a lo largo y ancho de la ciudad del Cabe, donde es frecuente que se produzcan derrumbamientos como el del pasado jueves. Casi siempre afectan a inmuebles que, aunque tienen propietarios, se hallan en estado de abandono. No fue el caso del de la Rúa Calvo Sotelo.

En su interior vivían un hombre y su tía de 104 años, quienes llamaron a la Policía Local tras escuchar un ruido extraño en el interior de su domicilio. Los residentes, que no son los dueños de la casa, recibieron la visita de los agentes y del aparejador municipal, que les recomendaron abandonar el edificio por precaución, ante la posibilidad de que se viniese abajo.

El jueves por la mañana se apuntaló la fachada por debajo de los balcones, pero esta acción no evitó que, sobre las 15.00 horas de ese día, buena parte de la cara principal de la casa terminase en el suelo, ocupando toda la acera y un buen trozo de la calzada destinada al tráfico rodado. Para entonces ya no había nadie en el interior de la vivienda y no hubo que lamentar daños personales.

OTROS CASOS. Con el de Calvo Sotelo ya son dos los desprendimientos de casas que se han producido en Monforte en lo que va de año. Hace apenas un mes se vino abajo parte del tejado de una vivienda en la Rúa Zapaterías, en pleno casco histórico, muy cerca de la Porta da Alcazaba.

A solo unos metros de distancia de ésta, en la Rúa Falagueira, hubo otro derrumbamiento en noviembre del año pasado. Antes, en julio de 2018, se vino abajo parte de la fachada de otra casa, en este caso en A Compañía.

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