La industria del calzado de Monforte, con dos empresas relevantes a nivel internacional como son Industrias Losal y Curtidos Galicos, tiene el relevo generacional asegurado. Eso es posible gracias a un ciclo de Formación Profesional (FP) Dual que comenzó el pasado año a impartirse en el instituto de enseñanza secundaria A Pinguela. Fueron doce los alumnos que comenzaron y siete los que este curso rematarán las enseñanzas.
Los industriales de la ciudad del Cabe alabaron la iniciativa de A Pinguela y el apoyo de la Consellería de Educación para poner en marcha una enseñanzas que servirán, destacaron, "para cubrir el déficit de profesionales que padecíamos".
Por su parte, el director de A Pinguela Enrique Sampil, al tiempo que destacó su satisfacción por la apuesta por un módulo dual de calzado lamentó que la pandemia haya impedido que algunos estudiantes dejasen atrás los estudios y que otras empresas participantes en el proyecto, todas de otras partes de Galicia, fuesen incapaces de acoger a los alumnos para que realizasen sus prácticas. "Solo las dos monfortinas siguieron trabajando a pesar de la crisis, por lo que no tuvieron problema alguno en que los estudiantes hiciesen prácticas en sus instalaciones".
Todos ellos, como destacó Gonzalo López Otero, de Calzados Losal, y Enrique Sampil, de A Pinguela, tiene asegurado un puesto de trabajo cuando en el mes de septiembre de este año finalice el curso académico.
Sampil añadió que para ofrecer esta novedosa formación profesional contaron tanto con el apoyo de la industria del calzado de Galicia como con el respaldo de las consellerías de Educación e Industria.
Al mismo destacó el hecho de que la apuesta "no fue ni mucho menos arriesgada atendiendo al número de solicitudes presentadas para esta FP, que garantiza, después de los dos años formativos contemplados en el proyecto curricular, disponer de un puesto de trabajo en cuanto se disponga del título", subrayó.
Poco a poco
Gonzalo López indicó que estos profesores de textil de FP "entendieron que el trabajo es complicado y que la gente que llegaba a nuestra factoría lo hacía con cero conocimientos sobre el mundo del calzado. En nuestra empresa aprendían poco a poco cómo manejarse en el trabajo, pero el ciclo de A Pinguela abre un mundo de oportunidades y espero que también sirva para que se abran nuevas oportunidades tanto en la formación como en el mundo laboral".
