La crisis instaurada en la denominación de origen Ribeira Sacra a raíz de la moción de censura presentada contra el presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, cuenta de momento con pocas reacciones. La mayoría de viticultores y cosecheros consultados por este diario prefiere guardar silencio ante los acontecimientos y esperar novedades para posicionarse.
Otros, sin embargo, han mostrado su rechazo a los posibles cambios en el reglamento de la D.O. Según fuentes cuestionadas al respecto, este es el origen de la actual situación en torno a la presidencia, pues José Manuel Rodríguez no está dispuesto a llevar a cabo dichas modificaciones.
Una de las novedades sería el amparo de variedades como el jerez o el alicante, eliminadas hace años y que las voces críticas con la moción de censura ven más apropiadas para elaborar en terrenos llanos y extensos. Tampoco gusta la idea de cambiar la graduación y acidez de los vinos. Creen que estas medidas afectarían a la calidad de los caldos, que se vería mermada en una zona de difícil producción donde casi todo el trabajo se hace a mano.
Por otro lado, indican que esta serie de cambios supondrían un paso atrás en un momento en que el nombre Ribeira Sacra ha experimentado un importante impulso. La apuesta, dicen, debe ser clara por la calidad y la diferenciación.
Entre los vocales del consejo regulador consultados también impera el silencio. Cuestionados por este periódico, ninguno quiso pronunciarse, alegando una cláusula de confidencialidad sobre los asuntos internos abordados.
CRONOLOGÍA. La liebre saltó hace justo una semana, el pasado martes, día 13. Entonces se formalizó la moción de censura por parte de siete de los doce vocales que integran el consejo regulador de la D.O. Ribeira Sacra. Hay 13 personas con derecho a voto (incluido el presidente), por lo que se produciría la mayoría necesaria para favorecer el cese de José Manuel Rodríguez, quien lleva al frente del ente desde su constitución hace 28 años.
El aún presidente tampoco ha hecho declaraciones todavía. Rodríguez ya vivió una situación parecida en octubre de 2004, cuando los vocales del consejo solicitaron un pleno extraordinario para debatir y votar una moción de confianza debido a un supuesto excesivo protagonismo del máximo dirigente. Entonces, la iniciativa no prosperó y José Manuel Rodríguez pudo seguir a las riendas.
Las elecciones a la presidencia del consejo regulador (es la consellería la que las convoca) tendrían que celebrarse a mediados del presente año. La meta es tener arreglada la crisis antes de la vendimia.
