MONFORTE. Los bomberos de Monforte accedieron en la tarde de este martes a una vivienda situada en la plaza de la Rúa Conde, junto a los juzgados, al dar la voz de alarma los familiares de un hombre de 80 años de edad, Manuel Espinosa Rodríguez, que vivía solo y del que no se sabía nada desde hacía nueve días. Su cuerpo fue hallado en el pasillo de la casa, donde se cree que falleció por causas naturales.
Fueron los bomberos los que accedieron a la vivienda, situada en un segundo piso, a través de una ventana. La Policía Nacional fue avisada del suceso, así como el juzgado de guardia, que requirió la presencia del forense para realizar la autopsia del cadáver, algo que se prevé tendrá lugar a lo largo de este martes.
Manuel Espinosa era miembro de una familia muy conocida en la ciudad del Cabe, pues su padre, primero, y alguno de sus hermanos, después, regentaron un almacén de suministros de materiales de construcción que era un referente en la comarca de Lemos, tanto en precio como en cuanto a la variedad que se podía encontrar en sus instalaciones.
Cerrado el almacén hace unos años, fueron muchos los que se acercaron para conseguir verdaderas gangas.
PERFIL. El fallecimiento repentino de Manuel Espinosa fue una verdadera sorpresa para algunos de sus familiares, que en la tarde de este lunes se enteraron del óbito a través de este diario.
Soltero y sin hijos, regresó a Monforte hace un par de décadas tras abandonar Venezuela, donde había trabajado en el mundo de la joyería desde que se instaló en este país en la década del 50 del siglo pasado. Quienes lo conocieron
afirman que era una persona muy reservada a la que nunca le gustó destacar por su imagen y mucho menos ostentar del posible dinero que pudiese haber ahorrado tras tantos años de trabajo en Venezuela.
Tenía dos hermanos, Dolores, residente en A Coruña, y Gonzalo, que vive a caballo entre Venezuela y Estados Unidos y siempre visita Monforte en periodos vacacionales.
ALCALDE DE MONFORTE. El padre del fallecido fue Alfonso Espinosa, quien el día 4 de febrero de 1931 fue elegido alcalde de Monforte para sustituir a Emiliano Pérez González en el cargo, en el que solamente estuvo unos pocos meses.
En concreto, fue el último regidor local del régimen monárquico, teniendo que dejar el puesto al llegar la II República, en abril.
