La gran inundación que sufrió Monforte cumple 110 años

En 1909, el nivel del río Cabe llegó a subir hasta cuatro metros a su paso por la localidad

Al fondo, el puente medieval casi sumergido bajo las aguas en 1909. EP
photo_camera Al fondo, el puente medieval casi sumergido bajo las aguas en 1909. EP

Este año se cumplen 110 de la mayor inundación que sufrió Monforte a lo largo de su historia debido a prolongadas lluvias torrenciales que propiciaron que el río Cabe se desbordase y que las aguas alcanzasen los cuatro metros de altura sobre la cota normal en invierno, lo que propició que se anegase hasta la Praza de España, por no hablar del puente medieval, casi tapado por el torrente que llegó a tirar varias casas y matar a numerosos animales, además de destrozar un puente situado en Canabal, ya en el municipio de Sober.

Así aparece recogido en las crónicas de la época, estudiadas por el historiador monfortino Felipe Aira, quien hace referencia a otras importantes crecidas del Cabe, como las sucedidas en 1920, 1934, 1938 y 1957, entre otras, aunque ninguna de ellas fue de la magnitud de la acontecida hace poco más de un siglo.

El imaginario popular cree que la construcción de la presa de Vilasouto a finales de los años 50 del siglo XX para abastecer el regadío Val de Lemos fue determinante para regular las crecidas del río Cabe e impedir los desbordamientos.

Tras numerosas gestiones logró la financiación suficiente de las administraciones públicas para drenar el lecho del cauce

Sin embargo, solo hay que echar un poco la vista atrás para intuir que el embalse no ha tenido mucho que ver. En el mes diciembre del año 2000 llovió tanto y durante tantos días que el cauce del Cabe no pudo impedir que, por ejemplo, las aguas llegasen al centro de salud, el situado en el Paseo do Malecón, y alcanzasen en su interior en torno al metro y veinte centímetros de altura, por no hablar de los bajos de la casas de la Rúa Hortas, totalmente inundados, o de los desperfectos que sufrieron los coches aparcados en espacios cercanos al río.

Fue un momento de inflexión, pues el alcalde en aquel entonces, Nazario Pin, consideró que era necesario adoptar una solución a un problema recurrente en el tiempo.

Tras numerosas gestiones logró la financiación suficiente de las administraciones públicas para drenar el lecho del cauce, perfilarlo en su tramo más urbano y al mismo tiempo construir unos muros de contención desde el barrio de Ramberde hasta el parque de Os Condes que impidiese, en caso de un hecho catastrófico como el de 1909, que una descomunal crecida cause grandes daños, no como quizá los de hace 110 años, pero sí parecidos a los de hace tan solo 19.

Comentarios