El grupo Akatavino, que promueve una guía y uno de los concursos de vinos más conocidos a nivel internacional, eligió la etiqueta del Mencía Selección Malcavada de la denominación de origen Ribeira Sacra como una de las diez mejores imágenes de los vinos que se presentaron a la última edición del certamen Civas.
En concreto, el trabajo, que es una obra del diseñador y sumiller Humberto Loureiro, se colocó en el puesto número tres. En el dos quedó un trabajo de Pablo Vidal para el vino de Valdeorras Maldito y en el primer puesto se situó la etiqueta del caldo de Yecla Atlán &Artisan Espistem.
El ránking lo elaboraron los sumilleres que formaron parte del Concurso de Vinos AkataVino Sumilleres de España (Civas) entre las etiquetas de los 400 vinos finalistas.
El premio al diseño es un apartado especial del certamen. En esta categoría los sumilleres se olvidan de lo que hay en el interior de las botellas y valoran el exterior. Akatavino puso en marcha esta sección porque desde el grupo consideran que la relación entre el vino y el diseño es cada vez más importante y la imagen es crucial para posicionarse en el mercado.
Malcavada apostó por esta etiqueta ya en el año 2012. Según explica Loureiro, todo comenzó con un diseñó sobre un papel en blanco. No había elementos previos que mantener ni ninguna otra directriz, así que apostó por una etiqueta con fondo blanco y con forma de escalera en la que un carretador, uno de los elementos más característicos de la vendimia en Ribeira Sacra, va colocando una cesta al hombro y subiendo la pendiente. Según se gira la botella va pasando la secuencia y al final hay una explicación del trabajo de Malcavada, su filosofía y su respeto a la viticultura heroica. La etiqueta cuenta de manera clara la historia de la bodega y la esencia de la denominación de origen.
Para esta obra, Loureiro se inspiró en la dinámina cinematográfica y la animación. La innovación en la forma de la etiqueta se suavizó con la sencillez de colores y el conjunto hizo que la imagen de Malcavada llame la atención de los consumidores. "Es una botella que todo el mundo recuerda", insiste Loureiro, "pese a que el diseño ya tiene unos años sigue funcionando".
El profesional considera que en una primera compra la apariencia de la botella es primordial y que cada vez las bodegas se preocupan más del diseño. Es complicado en firmas tan pequeñas como las de la Ribeira Sacra dedicar muchos fondos a este tema, pero cada vez se hace más esfuerzo en ello.
Loureiro cuenta que en las etiquetas también hay modas y tendencias y que ahora hay cierta regresión al clasicismo.
