La cafetería de la estación de autobuses de Chantada ha sido el último establecimiento hostelero en sufrir la oleada de robos de madrugada que se producen desde hace un tiempo en los municipios de la comarca.
Los ladrones entraron al local a través de un acceso interior a la estación. Tras forzar el bombín de la puerta fueron a por la máquina tragaperras y se llevaron el dinero que había en el interior.
La responsable del bar se encontró con lo que había sucedido al abrir muy temprano por la mañana la instalación para iniciar la jornada. La mujer ha presentado denuncia.
El procedimiento fue idéntico al utilizado en otros robos recientes en negocios de hostelería de Chantada y poblaciones vecinas. Las máquinas de juegos o las expendedoras de tabaco son objetivos habituales de los amigos de lo ajeno.