La emblemática Pousada Villaverde de Quiroga lucha por no caer en el olvido

El edificio acogió un restaurante que cobró mucha fama y llegó a ser reconocido con premios nacionales por sus innovadoras propuestas
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photo_camera Una antigua radio y un tocadiscos en el mostrador de la tienda que albergaba la Casa Villaverde. CJG

Entrar a la Casa Villaverde de Quiroga es como accionar la palanca de la máquina del tiempo. Por su interior no parece que hayan pasado los treinta años que han discurrido desde el cierre de este edificio, uno de los más emblemáticos del valle, que en sus más de 120 años de historia albergó una tienda de ultramarinos, un afamado restaurante y hasta una corresponsalía de banca. Buena culpa de ello la tiene Mayra Vázquez, Marula, nieta de los fundadores de la casa, y quien, a pesar de vivir en Ámsterdam, tiene un fuerte apego por este inmueble, al que acude en sus vacaciones.

Ver "como se iba deteriorando" hizo que Mayra, acompañada de su madre, Zita, comenzase a restaurar poco a poco la parte central de la casa, que se dividió en tres con las herencias. En ella se encontraba la tienda y es la que mejor se conserva. La zona del restaurante se encuentra en peor estado e incluso ha cedido el tejado.

Esta habitación mantiene la "historia y esencia" de la Casa Villaverde y las personas que pasan por allí "dicen que parece un museo". Sus estanterías guarecen ahora cerca de 1.000 botellas de diferentes épocas que se consumieron en el restaurante, que merece mención especial. Pousada Villaverde, después conocido como Remansiño de paz, supuso una auténtica revolución en la zona en lo que a gastronomía se refiere, con un menú en el que la caza tenía un lugar destacado.

Sus innovadoras propuestas, ''que todavía hoy serían novedosas'', le valieron para hacerse ''con un buen número de premios nacionales y ser considerado uno de los mejores restaurantes de Galicia'', asegura Mayra Vázquez.

ESPACIO CULTURAL. Al menos por el momento, Mayra descarta poner en marcha cualquier tipo de negocio en el edificio, si bien está muy interesada en las actividades culturales que allí se puedan realizar. Su trabajo en el mundo artístico hace que le ''apasione'' la idea de que la Casa Villaverde se pueda convertir en «un punto de encuentro cultural», pues, considera, ''sería una ubicación perfecta para proyectos de arte''.

Esto último lo corroboran artistas -escritores, músicos o restauradores- de diferentes países que ya han visitado el edifcio ''en busca de inspiración''. La mayoría repiten y algunos ''incluso se han quedado a vivir en la zona''.

En los noventa, un poema de autoría desconocida dedicado a la casa decía ''cantos en ti han parar, porque eres, máis que pousada, un lar''. Ahora, Mayra espera que este lar no caiga en el olvido.

El edificio: Un icono de la vila de Quiroga 
La Casa Villaverde, situada junto a un puente sobre el río Quiroga, está considerada "como parte importante de la historia popular quiroguesa", piensa Mayra, que lo califica como "un icono del pueblo" por su ubicación y su "reconocible estructura".

Cine Villaverde

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a familia era propietaria también de un cine en Quiroga. En la década de los 60 su única sala era un hervidero en cada proyección, tal y como muestran imágenes de la época

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