LA PASIÓN DE...

Francisco Puga: "Disfruto de perros y caballos por igual"

Es un apasionado de los canes de caza setter y drahthaar, pero también de los caballos pura raza española
Francisco Puga, con sus dos yeguas y uno de sus perros. L.A.R.
photo_camera Francisco Puga, con sus dos yeguas y uno de sus perros. L.A.R.

Al monfortino Francisco Puga Rajo no se le puede dar a elegir entre perros o caballos, pues dice que disfruta por igual de ambos animales, aunque sean tan diferentes entre si. A todos los cuida con mimo, con esmero, no importándole que le roben muchas horas de su tiempo todos los días de la semana. Son sus dos pasiones, por lo que no le gusta que se utilice el verbo robar para referirse a todos esos momentos que dedica a su cuidado.

Sus dos aficiones vienen de lejos. En el caso de los perros fue cuando tenía 19 años, momento en el que un amigo le regaló una perra de raza setter, ideal para la caza menor, a la que comenzaba a aficionarse. Luego se pasó a los drahthaar, una raza cazadora de origen alemán muy apreciada.

A los 19 años un amigo le regaló una perra de raza setter, ideal para la caza

A estos perros se dedicó muchos años (no se acuerda cuántos), si bien recuerda que tuvo a una hija del mejor semental de Alemania, Quasr von de Krostube.

Esta hembra, Tina, con el afijo Kires de los Templarios, le dio grandes alegrías, tanto que no duda en indicar que fue "la mejor perra que tuve hasta ahora". Añade que tenía "mucha cabeza para cazar. Quien la veía desenvolverse en el monte se quedaba pasmado".

Tina tuvo descendencia. Francisco Puga se quedó con algunos de sus cachorros y otros los vendió a gente de diferentes lugares de España.

Pasó el tiempo y volvió a los setter. Hoy dispone de seis. Destaca a uno, de solo nueve meses y de nombre Saba Leioandi Leva, que la tiene desplazada en Santiago, donde un especialista que la vio en Monforte le dijo que era realmente impresionante y que por ello debía prepararla para llevarla a concursos. Allí, en la capital de Galicia, se entrena para acudir a certámenes de jóvenes promesas. En estos miran cómo corre por el monte y sus cualidades para dar con los cebos (en este caso codornices) que esconden. Es lo que llaman en el argot del Setter Club de España, Gran Busca de Caza.

La caza es lo de menos, si llegasen a prohibir matar las piezas, yo saldría igual al monte porque lo importante son los perros, dice Puga

Pero lejos de concursos, Francisco Puga Rajo se divierte con sus canes saliendo, siempre que puede, a pasear con ellos por el monte. Asegura que la caza "es lo de menos, tanto que si algún día llegasen a prohibir la muerte yo saldría igual. Lo importante son los perros, no las piezas que se cobran. Me gusta ver como mis perros trabajan. Eso es lo realmente bonito y no traerte para casa unas perdices o unas arceas", destaca.

¿Y los caballos? Pues dice que le gustan desde que era niño, cuando interactuaba con los que tenía su abuelo en la aldea. Señala que desde siempre pensó criarlos, algo que hizo tras comprar una pequeña finca en las afueras de Monforte, en la parroquia de Piñeira.

Hace 25 años adquirió su primera yegua, de pura raza española

Así, hace 25 años adquirió su primera yegua, Cira IV, de pura raza española, que tuvo cuatro potros que crio y luego fue vendiendo, a unos más jóvenes y a otros más mayores. Luego llegó Enguerina, hija de un campeón de España de funcionalidad, que parió a Kira de Amboade.

Ambas reciben los cuidados, que no son pocos, de Francisco Puga. Manifesta que estos no tienen nada que ver con los que precisan los perros. Hay que sacarlos de sus cuadras, limpiar sus habitáculos y cepillarlos de forma asidua, por lo que "dan trabajo, pero sarna con gusto no pica", dice.

Tampoco le importa, llegada la época de verano, coger un tractor con una segadora para hacerse con toda la hierba posible para mantener a estos dos ejemplares de pura raza española. O eso o comprarla, algo que por el momento descarta gracias a que él es el encargado de hacerse con las pacas. Sí, ahorra dinero, pero teniendo en cuenta que es por el duro trabajo de segar.

Comentarios