La Devesa da Rogueira, en O Courel, es el primer bosque en España y el segundo en Europa en recibir la certificación de la organización internacional Forest Stewardship Council (FSC) por la ejemplar gestión sostenible de sus recursos, así como por la conservación de una biodiversidad única.
Las 615 hectáreas de este monte vecinal se sitúan como el mayor entorno forestal y el corazón verde de la sierra de O Courel. Los vecinos han visto "reconocidos los esfuerzos por conservar la rica biodiversidad de la zona", según ha señalado la presidenta de FSC España, Genoveva Canals.
En concreto, se destacó el uso de buenas prácticas silvícolas y la posibilidad a recibir inversiones, públicas o privadas, que ayuden a mantener su extraordinaria riqueza natural, tal y como explicó Canals.
La Devesa da Rogueira se considera un enclave único en Galicia. Forma parte de la Red Natura 2000 y fue declarado por la Xunta como zona de especial protección de los valores naturales, que destaca por su diversidad arbórea, lugar al que acuden turistas amantes de la naturaleza, senderistas e investigadores de la biodiversidad, con la estación científica de la USC en Seoane como referencia.
La alcaldesa de O Courel, Lola Castro, espera que esta distinción sea una oportunidad para promover el gran potencial del ayuntamiento y aspirar a que el bosque siga siendo una fuente de recursos sostenible para los vecinos.
Por su parte, el director de la Axencia Galega da Industria Forestal, Ignacio Lema, destacó la apuesta de los comuneros de la Devesa da Rogueira por la gestión sostenible del monte en su participación en el acto de entrega del reconocimiento por parte de la entidad Forest Stewardship Council. Lema destacó que esta certificación valora los elementos básicos para preservar los ecosistemas forestales, como pueden ser el agua, el carbono, la biodiversidad, el suelo y los servicios recreativos, poniendo en valor todos los que el monte presta a la sociedad.
Esta certificación, que fue gestionada por la consultura gallega Asefor, abre la posibilidad de que se puedan ofrecer estos servicios a la comunidad y que las grandes empresas hagan inversiones a través de un protocolo de actuación que apela a la responsabilidad social empresarial, por lo que se abre un abanico de posibilidades.
