El restaurante del complejo hotelero Iberik Augasantas de Pantón fue el lugar elegido por un grupo de amigos del expresidente de la denominación do origen (D.O.) Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez González, para montar un festejo tanto por su jubilación como por su larga trayectoria al frente del consejo regulador, desde que en 1993 los caldos elaborados en la zona recibieron la catalogación de Viños da Terra.
Más de 200 personas lo acompañaron y aplaudieron su gestión al frente del consejo regulador durante estas tres décadas. Y es que desde 1993, Rodríguez González ha liderado y sido el estandarte del consejo regulador de esta denominación que agrupa en la actualidad a un centenar de bodegas y a cerca de 3.000 viticultores, que cultivan unas 2.500 hectáreas de viñedo en las laderas de los ríos Sil, Miño y Cabe.
Bajo su presidencia, la denominación de origen Ribeira Sacra logró un gran prestigio nacional e internacional por la calidad de sus vinos tintos y blancos, elaborados principalmente con las variedades autóctonas mencía y godello. Además, se involucró en la promoción turística y cultural de esta zona, declarada por la Unesco como Reserva de la Biosfera y candidata a Patrimonio Mundial.
Como presidente del consejo regulador, Rodríguez González ha defendido siempre el respeto a la historia, la identidad y la diversidad de esta región vitivinícola, así como la sostenibilidad ambiental y social de su actividad. Ha sido también un firme opositor a las modificaciones del reglamento que pretendían introducir nuevas variedades o prácticas enológicas que consideraba ajenas a la esencia de la Ribeira Sacra.
El pasado año, Rodríguez González se enfrentó a una moción de censura impulsada por una mayoría de los miembros del consejo regulador, que le acusaban de falta de diálogo y renovación. Sin embargo, él se mostró tranquilo y orgulloso del trabajo realizado durante casi tres décadas al frente de la denominación. Afirmó que esperaba su jubilación y que el tiempo pondría a cada uno en su lugar.
Llegaron las elecciones para renovar el consejo regulador y no pudo presentarse para renovar el puesto, siendo este ocupado por Antonio Lombardía. Así, se abre una nueva etapa en la denominación de origen después de 30 años de un continuismo que no le fue tan mal a las bodegas, ya que las principales tuvieron un salto de primer orden en el mercado internacional.
El éxito ha sido tal a lo largo de este tiempo que los caldos de Ribeira Sacra están presentes en decenas de países de todo el mundo, siendo el principal receptor Estados Unidos, pero sin quedarse atrás diferentes países de la UE.
Y es que a lo largo de todo este tiempo, de estas tres décadas, quien siempre estuvo al frente como presidente del consejo regulador fue José Manuel Rodríguez. Con él, pero también gracias al apoyo de los miembros que integran el consejo regulador, de bodegueros y de viticultores, la denominación de origen fue capaz de posicionarse en el mercado gracias a políticas empresariales en las que la calidad del producto siempre primó por encima de todo lo demás.
