Una prospección magnética ha permitido descubrir parte de una estructura semicircular enterrada a unos 20 metros al sureste del monumento megalítico de A Muradella, que está situado en la Serra do Moncai o de Fornelas, entre A Pobra do Brollón y Monforte. Los arqueólogos celebran esta "sorpresa" y tienen la esperanza de que sirva para sacar a la luz nueva información sobre los pobladores "del Neolítico final en la Terra de Lemos".
Más en concreto, porque estas construcciones, explican, suelen "estar vinculadas a lugares de asentamiento del Neolítico final y Calcolítico, en el III milenio a.C.", creen que la nueva estructura puede corresponder a un foso perimetral que funcionaría como defensa de un poblado y como delimitador. De mantener su forma circular alrededor del pueblo, la estructura alcanzaría los 40 metros de diámetro.
Los investigadores apuntan dos cuestiones que hacen más interesante si cabe el hallazgo. Por una parte, señalan, está la ubicación al sureste del cairn –un monumento funerario– de A Muradella, orientación con especial significación en el megalitismo por su posición respecto al sol.
Por otra, destacan su proximidad con "tierras de labor con suelos ligeros que permitieran el cultivo con una tecnología aún basada en la madera y la piedra". Esto se sumaría al hecho de que, durante el pasado siglo, la zona fue usada para el cultivo del cereal, tal y como revelan las imágenes obtenidas en los vuelos americanos de la década de los 50.
Exploración
El equipo está liderado por Rodrigo Paulos Bravo, arqueólogo de la Universidad Complutense de Madrid, y cuenta con el asesoramiento del arqueólogo Xurxo Ayán, de la Universidade Nova de Lisboa, y las asociaciones María Castaña, de Cereixa, y Fonte da Freita, de Fornelas.
Este gran foso fue hallado gracias a la prospección magnética, una técnica que utiliza las diferencias en el magnetismo de las estructuras enterradas para detectarlas y plasmarlas en un plano sin la necesidad de excavar.
Destacan que A Muradella es un cairn, un monumento funerario común en las Islas Británicas y en la Europa Atlántica, pero hasta ahora prácticamente desconocido en el registro arqueológico gallego y del resto de la Península.
Además, un collar, posiblemente de fabricación local, encontrado en el castro de San Lourenzo de Cereixa, ocupa el tercer puesto en la lista de hallazgos destacados del pasado año en Galicia.