El CSIC dice que Montefurado es parte de un gran conjunto minero romano

Los márgenes jalonados por decenas de labores prueban la intensa explotación del río Sil para recoger oro
El túnel romano de Montefurado, en Quiroga. EP
photo_camera El túnel romano de Montefurado, en Quiroga. EP

Un estudio del CSIC constata que el túnel de Montefurado no es una realidad aislada, sino que forma parte de un gran conjunto minero romano. Los investigadores probaron además la intensa explotación del río Sil durante los dos siglos de desarrollo de la minería del oro en el noroeste de la península gracias a los márgenes «jalonados por decenas de labores mineras ahora documentadas con precisión».

El túnel de Montefurado permitió la desviación del Sil con el fin de aprovechar estacionalmente sus arenas auríferas. El río volvía a su cauce original en invierno, cuando se cerraba el túnel y el oro, arrastrado por la lluvia, se depositaba en el lecho. Al llegar la temporada seca era posible recogerlo al derivar de nuevo las aguas del Sil por Montefurado.

Este estudio se dividió en dos bloques. El primero lo ejecutaron el Instituto Geológico Minero de España y la empresa Terra Geonconsulting. Del segundo se ocupó el Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, bajo la dirección de Brais X. Currás y Francisco Javier Sánchez-Palencia. La fotografía aérea histórica, vuelos con drones o el uso de una tecnología llamada LiDAR fueron algunos de los medios empleados en un año de trabajo.

Otra parte de la investigación, hecha de la mano del arqueólogo Santiago Ferrer, identificó el trazado de la red que derivaba el río Xares y el Regueiro de San Martiño para abastecer las minas.

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