Del CSI a médico de familia

El académico electo de Medicina Rosendo Bugarín quiere que la Atención Primaria sea más atractiva para las nuevas generaciones y advierte: "En diez años, un 30% estaremos jubilados"
Rosendo Bugarín, a las puertas del centro de salud monfortino, donde es jefe de servicio. MIGUEL PIÑEIRO
photo_camera Rosendo Bugarín, a las puertas del centro de salud monfortino, donde es jefe de servicio. MIGUEL PIÑEIRO

El doctor Rosendo Bugarín (Tui, 1961) lleva cinco años en Monforte, donde ejerce actualmente como jefe de servicio del centro de salud. Recién incorporado a la Real Academia de Medicina de Galicia, puede que pocos sepan que este especialista en Atención Primaria iba para médico forense.

"Hice la tesina en 1985 en Santiago de la mano del profesor Concheiro, quien hacía apasionante la medicina forense. Gracias a él descubrí CSI mucho antes de que se estrenase la famosa serie", relata Bugarín.

El problema fue económico. Rosendo Bugarín era el mayor de diez hermanos y debía conseguir una beca para continuar sus estudios con el profesor Concheiro. No pudo ser. La medicina de familia fue finalmente su especialidad.

Sus primeros destinos estuvieron en el centro de salud de Vite (Santiago) y en Urgencias del antiguo Hospital Xeral de Galicia, donde estuvo unos 15 años adquiriendo un impresionante bagaje. A las espaldas del doctor Bugarín, como a las de tantos otros profesionales de la sanidad, hay muchas jornadas intensas, fines de semana o festivos que no hicieron si no confirmar su vocación, que tuvo clara desde niño.

Antes de llegar a Monforte pasó por Chantada, donde aterrizó tras varios puestos de gestión en el Sergas, como director de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias en Santiago y de Atención Primaria en Lugo. Esos tiempos han quedado atrás. "Tengo claro que quiero jubilarme como médico, no en un despacho", asegura.

Objetivos

El de Medicina de Familia y Comunitaria es un sillón de nueva creación en la Real Academia. Su primer ocupante no duda sobre la meta a perseguir. "Hay que hacer la Atención Primaria atractiva para los médicos jóvenes", dice Bugarín, quien indica que los médicos de familia en Galicia están "envejecidos" y advierte que en unos diez años "un 30% estaremos jubilados". El aumento del número de especialistas se antoja fundamental para garantizar en el futuro una buena cobertura.

"Es dramático que un lugar como Tui, que es como Monforte, figure entre los de mayor dificultad para encontrar especialistas de Atención Primaria, cuando está a 20 minutos de Vigo y muy cerca de la frontera con Portugal", destaca el doctor, quien resalta que si en lugares como Monforte o Chantada ya es complicado contratar médicos, "imagina lo que será en las poblaciones de montaña".

Esta situación, apunta, no es exclusiva de Galicia. "El problema se da en toda España y en países vecinos como Portugal o Francia es incluso más grave", afirma Bugarín. En el centro de salud que él dirige en este momento hay "solo cuatro de diez puestos de Atención Primaria cubiertos. En el día de ayer (por el martes), yo mismo atendí a 70 pacientes, cuando lo asumible sería una media de entre 40 o 45", explica.

Eso sí, está muy contento con que Monforte sea un destino para médicos residentes, los llamados MIR. "En este momento contamos con dos de tercer año, otros dos de segundo y tres de primero y la valoración que tenemos como lugar de formación es buena", indica.

Recuperar la atracción de las nuevas generaciones de médicos -más decantados, según detalla, por las especialidades de hospital- hacia la Atención Primaria es su apuesta. Por eso cree que la creación del sillón de Medicina de Familia en la Real Academia puede suponer "un espaldarazo".Debe asumir el puesto en un plazo máximo de un año. Su previsión es hacerlo en primavera o a comienzos del próximo verano.

Publicaciones

Otra de las pasiones de Rosendo Bugarín es la escritura. De su labor investigadora han salido múltiples artículos y cuatro libros, uno de ellos, Reflexiones en papel, es un compendio de sus textos en prensa.

La bioética es uno de los campos en los que más tiempo de estudio ha invertido. Cursó un máster sobre ello y el trabajo final trató aspectos éticos en atención sanitaria sobre violencia de género.

Muy conocidos son igualmente sus pesquisas acerca de la pandemia de gripe de 1918. En un libro abarca cómo afectó la enfermedad a su Tui natal y ha estudiado también su efecto en Monforte, O Saviñao y Chantada.

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