Falta mano de obra para la vendimia en Ribeira Sacra

Las bodegas de la denominación de origen tienen incluso que tirar de empresas especializadas que contratan muchas veces fuera de Galicia para recoger uva y cargar las cajas
Un hombre carga cajas durante una vendimia en Sober. AEP
photo_camera Un hombre carga cajas durante una vendimia en Sober. AEP

La vendimia está a la vuelta de la esquina y las bodegas de la denominación de origen Ribeira Sacra viven horas frenéticas ultimando detalles para la temporada. Una de las mayores dificultades en los últimos tiempos, y va a más con los años, es encontrar gente que trabaje liberando las cepas de racimos de uva o cargando las cajas llenas de la fruta.

Este problema supone en algunos casos tener que recurrir a empresas especializadas que tiran de listas y bases de datos para contratar personal, muchas veces fuera de Galicia o de España. Esta práctica es ya muy común en otras denominaciones, como Rías Baixas, y va camino de convertirse en frecuente en la Ribeira Sacra debido a la falta de mano de obra.

"Nos dous últimos anos viuse un aumento desta dificultade, aínda que é unha cuestión xeral que afecta a toda Galicia, non só a nós", afirma el presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, quien detalla que las causas pueden ser varias. "O envellecemento da poboación nótase e tamén que moitas das políticas sociais actuais van encamiñadas a pagar soldos sen necesidade de dar un pau á auga", sentencia.

TESTIMONIOS. Evaristo Rodríguez, de la bodega saviñá Adegas Moure, añade que el problema no surge solo durante la vendimia. "É bastante problemático atopar persoas que axuden coas viñas, xa que estamos a falar de traballos moi temporais", comenta.

Hay mucha demanda que está muy concentrada y la oferta es escasa. "Estas empresas especializadas mesmo teñen que atopar xente para que vaia traballar a outros países coma Francia, onde nesta época fan recollidas de diversas froitas", indica Rodríguez.

En Sober, Iván Gómez, responsable de Regina Viarum, confirma que este hándicap es, de momento, más propio de Rías Baixas, donde su empresa cuenta con tanto viñedo que se ve obligada a contratar a unas 300 personas para vendimiar. En Ribeira Sacra cuenta con una lista de unas 30 y el 60% repite de un año para otro.

"Os problemas para atopar traballadores danse en todos os lados polo perfil da actividade, que é dura fisicamente", indica. Iván Gómez apunta también a la despoblación de las zonas rurales y a un periodo corto de acción, de solo dos o tres semanas, en el que todo el mundo reclama personal.

"Preto das cidades pode haber menos problemas pola cantidade de poboación, aínda que este tipo de empresas especializadas son cada vez máis habituais", apuntan desde Regina Viarum.

Juan Luis Méndez, de Vía Romana, señala que en la bodega de Chantada todavía no han tenido que sortear estos obstáculos. "Gardamos os equipos e podemos contar coa mesma xente cada tempada porque a nosa viña non é moi grande", explica.

Durante la vendimia, doce personas se ocupan en Vía Romana de trasladar la uva desde la planta al interior de la bodega. Coincide al matizar que es una labor "temporal" que requiere de "moito esforzo" y lo habitual es que tenga que asumirlo "xente nova". En otras denominaciones, dice, cada vez más gente "dá o servizo de contratar fóra, sobre todo man de obra extranxeira".

CIFRAS. Según el presidente del consejo regulador, las empresas suelen ofrecer este servicio por diez u once euros por hora de trabajo. En la Ribeira Sacra, recuerda José Manuel Rodríguez, la jornada del vendimiador se paga habitualmente a entre 50 y 90 euros, mientras que la del cargador de cajas ronda los 100 y los 130 euros.

Comentarios