La cosecha de aceite para el autoconsumo se hace cada vez más habitual en Brollón

Los olivos empiezan a verse de forma frecuente en fincas como las de Pedro y Antonio Pérez, que ya han plantado más de 1.500 ejemplares
Pedro Pérez muestra una de las olivas de su cosecha. MIGUEL PIÑEIRO
photo_camera Pedro Pérez muestra una de las olivas de su cosecha. MIGUEL PIÑEIRO

Cada vez es más frecuente circular por A Pobra do Brollón y contemplar en fincas particulares ejemplares de olivo. En una zona donde lo más frecuente es el vino, algunos parecen abrirse al mundo del aceite, con el autoconsumo como finalidad.

Un buen ejemplo es de los hermanos Pedro y Antonio Pérez, naturales de la parroquia de Vilachá. En unos terrenos (juntos superan la hectárea de extensión) que empleaban antiguamente para el pasto del ganado ya han plantado más de 1.500 olivos. Algunos de ellos incluso han brotado. Asegura Pedro que el año pasado pudieron elaborar una botella de aceite con la, hasta ahora, escasa cosecha.

"As oliveiras son lentas, pero penso que dentro de dez anos, se todo vai ben, poderemos ter unha produción moi importante", indica Pedro Pérez, cuya casa familiar se sitúa en el lugar de Trasmonte. Allí todavía vive su madre, de edad muy avanzada. Él tiene su residencia fijada en O Carballiño.

El cosechero cuenta que en este municipio ourensano "empeza a haber moitas plantacións coma esta", así que un día decidió animarse en A Pobra do Brollón. "O clima aquí é semellante e non é máis extremo que noutros sitios de España coma Jaén", explica.

Por el momento está contento con la apuesta, aunque los resultados son muy diversos en función de la ubicación de las fincas. En algunos puntos, señala, los olivos se secan con más facilidad. En otros, en cambio, ya se distinguen algunas olivas maduras, sobre todo de la variedad erbequina.

Sin embargo, para Pedro Pérez, el objetivo primordial es aprovechar bien las fincas, en desuso desde que su padre falleció. Para ello quiere escapar de especies como el pino. "Ódioo. Non é bo para o monte e os bosques conformados por eles son feos", asevera.

Entonces, él y su hermano recordaron que cuando eran pequeños "había xente na nosa zona que plantaba oliveiras, pero deixouse de facer, non sei por que". Pedro insiste en que lo más frecuente en el lugar es dedicarse al cultivo de vino. De hecho, Vilachá cuenta con una feria particular para ensalzar sus caldos.

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