VISITAR LA Ribeira Sacra montado en un segway (un tipo de patinetes autónomos que se manejan con la inclinación del cuerpo) es una posibilidad que se ofrece desde hace nada en Sober. La artífice de estos paseos heroicos es Amparo Montenegro, propietaria de Enoturismo Galicia, quien lleva cinco años ofreciendo visitas por la comarca con el mundo del vino como eje. Hasta ahora Montenegro llevaba a turistas a ver las podas de las vides, la vendimia o hacía catas comentadas. Pero tomando como ejemplo lo que funcionaba en las denominaciones de origen de Rioja o Ribera del Duero para dar a conocer el mundo del vino, la empresaria decidió apostar por el segway para enseñar el entorno.
La principal ventaja de hacer rutas con segway es que estos patinetes pueden recorrer 40 kilómetros de una tirada, lo que permite que los trayectos que hagan los turistas sean mucho más amplios. Por otro lado, estos vehículos los pueden montar todo tipo de personas que sean capaces de subir un peldaño, por lo que es una actividad perfecta para hacer toda la familia. Además, antes de empezar los recorridos los participantes reciben un pequeño curso para conocer los conceptos básicos y después empiezan las visitas.
La empresa de Montenegro ofrece tres rutas que parten de Doade y que permiten visitar hasta tres lugares distintos de la Ribeira Sacra.
Uno de los recorridos en segway transcurre desde la cantina del embarcadero hasta el mirador de Pena do Castelo y lleva a los participantes entre castaños, vides y los Cañones del Sil durante 45 minutos.
Otra de las opciones que se ofrecen, en este caso durante dos horas, es visitar Pena do Castelo y hacer parada en una bodega, donde se degustan dos tipos de vinos.
Por último, hay la posibilidad de hacer un viaje pasando por varios viñedos de la Ribeira Sacra y visitar de nuevo a otra bodega para degustar un par de vinos.
Pera quienes prefieran hacer un recorrido personalizado, visitando otro tipo de lugares, Amparo Montenegro también ofrece la posibilidad de hacer rutas a la carta de más horas de duración.
LA EXPERIENCIA. Yolanda Montenegro López, de A Coruña, hizo la ruta de Doade a los Cañones del Sil acompañada de su hija y una sobrina, quedando gratamente sorprendidas tando del recorrido como de la experiencia de hacer un viaje en segway.
En su caso, este grupo había estado en la Ribeira Sacra y apuntó que si ver la zona en sí "xa impresiona, dende o segway dá unha sensación de liberdade impresionante".
Montenegro destacó que las explicaciones eran "entendibles e moi amenas" y que eso hacía que la actividad fuese divertida y única. En este punto, la vecina de la ciudad herculina añadió que para quienes tuviesen un poco tiempo el segway era un buen método para visitar la zona y que los patinetes se aprendían a manejar en "cinco minutos".
