"El circuito de karts era una bomba, el fuego se acercó a la gasolina"

El incendio de Monforte impidió dormir a la pareja responsable de un negocio recreativo de Tor, que perdió su campo de paintball
El campo de paintball incendiado. MIGUEL PIÑEIRO
photo_camera El campo de paintball incendiado. MIGUEL PIÑEIRO

El de este viernes no fue un día fácil en el casco urbano de Monforte ni en sus alrededores. Decenas de vecinos trataban de volver a la normalidad y recobrar la calma después del virulento incendio que el pasado jueves devoró unas 465 hectáreas de superficie, según las últimos datos facilitados por la Consellería de Medio Rural. El paisaje antes de entrar a la ciudad del Cabe es desolador y en la parroquia de Tor se halla uno de los grandes dramas.

Los responsables del circuito de karts ubicado en este lugar vivieron una auténtica pesadilla. Como las que se producen mientras dormimos, esta les impidió pegar ojo. "Pasamos la noche en vela porque las instalaciones que tenemos para jugar al paintball no paraban de arder, al estar compuestas sobre todo por neumáticos. Cada poco tiempo teníamos que ir con una cisterna a apagar el fuego", relató una de las responsables de las instalaciones.

El intenso humo negro que pudo verse desde muchas zonas de Monforte y de la Ribeira Sacra procedía de allí. Justo al lado de la pista habilitada para las carreras en kart, los dueños de este negocio instalaron un espacio para el paintball, un juego que consiste en dispararse bolas de pintura con pistolas de aire comprimido.

El incendio devastó la zona. Los afectados han tenido que suspender todas las actividades que tenían previstas para este fin de semana y señalan que les costará mucho trabajo recuperarse. "Esto nos va a suponer una pérdida de dinero tremenda", señalaron.

La situación en Tor fue crítica. El circuito llegó a estar rodeado de fuego y los dueños del negocio temieron que en algún momento las llamas alcanzasen los bidones de gasolina guardados en un almacén.

Los vecinos de las parroquias de A Vide, Seoane y Moreda se recuperaban del susto tras ver las llamas muy cerca de sus casas

"Este lugar era una bomba a punto de estallar y nadie nos ayudó. Llamamos para pedir auxilio y no se preocuparon por nosotros en ningún momento. Estamos muy enfadados", dijeron los encargados del servicio, un hombre y una mujer que, además, viven en las inmediaciones del circuito. Lo primero que hicieron, según su relato, fue poner a salvo a su hija, que pasó la noche con un familiar.

Las últimas horas también han sido tensas en otras parroquias de Monforte como Seoane, Moreda o A Vide, donde los vecinos trataban de restablecer su normalidad después de ver peligar sus casas. Hubo desalojos y un gran temor a que el fuego alcanzase las viviendas. "Moita xente choraba. Unha casa non é algo que se recupere en dous ou tres días e tivemos risco de perdela", subraya una vecina.

TENSIÓN. María Cruz fue una de las muchas personas desalojadas por precaución ante la cercanía del incendio de Monforte. Vive en A Vide, con una hermana. Pese a su edad ya avanzada no recuerda otro suceso similar al de la tarde del jueves. "Nunca viviramos algo igual. Levamos un susto tremendo e a sorte foi que o vento sopraba en dirección contraria aos nosos fogares. Se chega a ser ao revés, todo tería quedado destruído»", explicó.

Otra de las residentes en A Vide temió igualmente por su hogar y por los animales que cría en él. Por fortuna, todo quedó en un gran susto, aunque los alrededores de su vivienda son ahora negros y no verdes.

El fuego pasó muy cerca de varias carreteras y causó destrozos importantes en las infraestructuras. La valla quitamiedos que separa la carretera LU-P-3204 del precipicio que termina en el corredor Monforte-Chantada amenazaba ayer con venirse abajo después de que las llamas provocasen desprendimientos de tierra.

"Unha casa non é algo que se recupere en dous días e puidemos perdela, moita xente choraba", declaró una vecina de A Vide

El tráfico estuvo cortado durante varias horas por la cercanía del incendio a las zonas habilitadas al paso de los coches. Poco a poco se fue recobrando, todavía con un profundo olor a quemado en los alrededores y humo saliendo de varios de los puntos calcinados.

DESALOJOS. El incendio no solo afectó a Monforte, sino también a la vecina Pantón. Su alcalde, el popular José Luis Álvarez, destacó que en este municipio hubo que desalojar a ocho personas por la proximidad de las llamas a sus viviendas.

En Monforte, el concejal de medio rural y servicios, José Luis Losada, notificó que hubo que evacuar barrios enteros de varias parroquias por precaución, para evitar que el fuego provocase víctimas humanas. Ambos dirigentes subrayaron que los desalojados han vuelto ya a sus casas.

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