El chantadés Fernando Ibarra completa los 260 kilómetros del Camino de Invierno en 36 horas

La actividad se enmarca dentro del 20 aniversario de la constitución del colectivo que divulga esta ruta a Santiago

Fernando Ibarra, durante un entrenamiento en el campo de O Sangoñedo, en Chantada. TOÑO PARGA
photo_camera Fernando Ibarra, durante un entrenamiento en el campo de O Sangoñedo, en Chantada. TOÑO PARGA

El atleta de ultrafondo de Chantada Fernando Ibarra completó el Camino de Invierno, entre Ponferrada y Santiago por la Ribeira Sacra, en solo 36 horas. Son 260 kilómetros que hizo del tirón, con solo una parada técnica en la villa del Asma para cenar una tortilla francesa de cuatro huevos y una ensalada mixta.

Ibarra se mostró muy contento por haber acabado por segundo año consecutivo una prueba que tiene como fin promocionar esta ruta alternativa de peregrinación a Santiago. Indicó que todo salió a la perfección, pues disponía de 48 horas para llegar a la capital de Galicia, siendo capaz de rebajar ese tiempo en medio día, doce horas.

El ultrafondista manifestó que todo resultó perfecto y que para la consecución de una marca tan corta sobre el tope de referencia han tenido mucho que ver todas las personas que los acompañaron durante su especial maratón. "No cen por cento do percorrido contei co apoio de xente, que saíu ao paso para acompañarme ao longo de varios kilómetros, algo que axuda moito desde o punto de vista sicolóxico", destacó.

Ibarra añadió que es algo que le ha sorprendido, sobre todo cuando se encontró con gente esperándole en algún punto del recorrido para acompañarlo de noche y de madrugada.

Esta fue una actividad organizada por la asociación Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra por su 20 cumpleaños que tiene como fin divulgar el Camino de Invierno. Ha tenido un éxito enorme, principalmente en las redes sociales, ya que la gente pudo seguir las evoluciones de Ibarra en tiempo real gracias a un GPS que portaba.

La presidenta de la asociación, Aida Menéndez, está convencida de que este evento y otros que se organizan a lo largo del año sirven para darle visibilidad al Camino de Invierno, cada vez más frecuentado. Al respecto, reconoció que es complicado cuantificar la cantidad exacta de peregrinos al no hospedarse todos en el mismo establecimiento. Se sabe del crecimiento basándose en los datos obtenidos en alojamientos como el albergue de Quiroga, que el pasado año pasó de 300 a 534 persona; el hotel Mogay de Chantada, que subió de 206 a 375, y la oficina de turismo de Monforte, que de recibir a 100 personas pasó a atender a 288.

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