Chantada no se olvida de Ucrania

Los colegios Xoán de Requeixo y Eloísa Rivadulla forman parte de una iniciativa para recoger y hacer llegar hasta el país en guerra diferente material solidario a través de una asociación
Una pequeña deposita material para entregar en el colegio Xoán de Requeixo. MIGUEL PIÑEIRO
photo_camera Una pequeña deposita material para entregar en el colegio Xoán de Requeixo. MIGUEL PIÑEIRO

Ucrania sigue en guerra y en Chantada no parecen haberse olvidado. En los colegios Xoán de Requeixo y Eloísa Rivadulla se recoge estos días material solidario para enviar al país a través de la Asociación Galega de Axuda a Ucraína, también denominada Aga Ucrania.

La iniciativa no es nueva. A comienzos de año, justo tras la invasión por parte de Rusia, Chantada consiguió llenar un camión entero con palés de artículos para ayudar a los ciudadanos ucranianos. Ahora, los promotores esperan que tenga el mismo éxito.

"Además de en los colegios, hemos habilitado puntos de recogida en los supermercados Claudio, Eroski y La Unión y en la asociación de empresarios", cuenta Roberto Failde Delgado, uno de los impulsores de la acción, que tiene previsto dirigirse a empresas locales como Daveiga o Vía Romana para que se sumen.

Qué se pide

 La iniciativa estaba abierta inicialmente hasta este viernes, pero se ha decidido alargarla hasta el día 16, para hacer acopio de más material. Básicamente, los productos más demandados son los alimentos no perecederos.

Para el desayuno se solicitan cereales, galletas, leche (también en polvo y condensada), colacao, té, café soluble, barritas energéticas o dulces. Además es posible entregar latas de conservas o comida precocinada, pastas, arroces, legumbres, caldos, salsa de tomate o frutos secos.

Quienes dispongan de productos para bebés pueden depositar papillas, leche en polvo, cereales o potitos. Solo en este último caso se admiten envases de cristal.

Desde los colegios han acogido muy bien la iniciativa y destacan la importancia de hacer ver que los problemas en Ucrania no se han terminado, para concienciar tanto a niños como a adultos.

Iniciativas

La Ribeira Sacra mostró su cara más solidaria con la invasión. Un ejemplo fue la pareja de quirogueses que aparcó su vida para dirigirse a Polonia en autocaravana a recoger refugiados.

También Monforte fue noticia por la cantidad de gente acogida. Se hizo muy conocida la historia de Vlad, un niño que empezó a jugar al fútbol en el Calasancio.

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