En Chantada se estudia en la oscuridad

Los usuarios de la biblioteca se quejan de la falta de luz, la mala climatización y de unos horarios incompatibles con sus actividades

CHANTADA
photo_camera Instalaciones de la biblioteca de Chantada. TOÑO PARGA

La biblioteca instalada en el piso superior de la casa de la cultura de Chantada no recibe buenas críticas de los estudiantes que acuden a ella de forma habitual. El horario, la escasa iluminación o la mala climatización son las quejas más generalizadas respecto a un espacio que no parece cumplir las expectativas de sus usuarios.

Varios jóvenes que acuden a la biblioteca a preparar oposiciones o exámenes de universidad y bachillerato afirman que a partir de las seis de la tarde, cuando empieza a caer la noche, reina la oscuridad. Algunas de las mesas permanecen en la penumbra debido a que las lámparas ubicadas justo encima tienen las bombillas fundidas, por lo que estudiar en ellas es imposible.

Sin embargo, lo que más indigna a los usuarios es el horario de apertura. "El estudio no puede someterse a la jornada de un funcionario. Es imprescindible que la biblioteca esté disponible más tiempo y cuente con un horario extraordinario en época de exámenes", dice una de las personas que emplea habitualmente las instalaciones.

La biblioteca, según apunta, abre sus puertas de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00. El horario se reduce en verano, ya que por las tardes no se puede acceder hasta las 17.00. "Non merece a pena desprazarse ata alí por tres horas", señala una usuaria. Los sábados por la mañana se da este mismo problema, pues el servicio solo se habilita de 11.00 a 14.00. "Os opositores necesitamos máis tempo. O que alí se proporciona é insuficiente", añade una estudiante.

TEMPERATURA. La climatización es otro de los problemas a los que hacen referencia los usuarios de la única biblioteca pública disponible actualmente en Chantada. "En verano es insoportable estar allí por el calor y en invierno hace mucho frío", señalan.

Uno de los estudiantes es contundente al afirmar que la de Chantada "no es una biblioteca del siglo XXI" y denuncia que solo hay dos enchufes, lo cual dificulta el uso de ordenadores portátiles. "Tienes que colocarte en unas determinadas mesas para utilizarlos, sino es imposible", asevera.

Por si fuera poco, el barullo procedente de fuera engorda la importante lista de inconvenientes. "Cando hai actividades para nenos no andar de abaixo hai moito ruído, a insonorización non é a axeitada", aseguran dos opositoras.

Tampoco incentiva a usar la biblioteca para estudiar el hecho de que el espacio es reducido. "Só hai uns 20 ou 25 sitios", dice una usuaria. Esta situación es especialmente problemática en épocas como la Navidad, cuando muchos estudiantes universitarios deben preparar los exámenes que les esperan a la vuelta del parón.

En fechas en las que coinciden alumnos de secundaria y bachillerato con universitarios y opositores, la biblioteca se queda muy pequeña. Entonces, es habitual que el salón de plenos, situado justo debajo, se convierta en un improvisado cuarto de estudio. "Es una opción, pero el lugar no está adaptado para ello y es incómodo", comentan.

Los accesos son el último punto crítico, aunque no es poco importante. A la biblioteca solo es posible subir por unas estrechas escaleras metálicas. "Una persona con discapacidad lo tiene muy difícil", concluye un estudiante.

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