Celia Cortés Rivas (1915-1995) es una pintora monfortina un tanto olvidada, que figura en la lista de artistas sobresalientes de la pintura moderna gallega. Fue la primera mujer, al menos en Galicia, que pintó un mural en las paredes de un claustro monasterial como el benedictino de Samos, hace ahora 60 años.
Tras la reinauguración en 1960 del restaurado cenobio samonense, que había sido destruido por un voraz incendio en 1951, Celia Cortés, junto con José Luis Rodríguez, Enrique Navarro y Juan Parés, fue invitada a decorar un lienzo de pared del primer piso del claustro del P. Feijóo de la real abadía de Samos. Los murales sustituirían a los cuadros calcinados por el fuego que adornaban los muros de los claustros altos. El tema marcado por la comunidad religiosa fue la vida de San Benito.
La congregación benedictina le encargó la pintura de un gran mural en el monasterio de Samos, que finalizó en octubre de 1963
El abad general de los benedictinos en España, padre Celestino María Gusi i Rosell, junto con el mitrado de Samos, Mauro Gómez Pereira, a mediados de mayo de 1963 efectuó una visita pastoral al monasterio de San Vicente do Pino, circunstancia que aprovechó para ver en el estudio de Celia Cortés los bocetos de la obra que iba a ejecutar en la histórica abadía. Los bosquejos, al parecer, según crónicas de la época, fueron de su agrado y los monjes efectuaron elogiosos comentarios de los mismos.
La artista monfortina finalizó su trabajo, con unas dimensiones de siete metros de ancho por seis de alto, a finales de octubre de 1963.

Cortés Rivas plasma en el mural un incendio imaginario en la cocina monacal, mientras un grupo de monjes charlan en un primer plano en un claustro, sobre un cielo poblado de tentadores demonios. Destaca la singular perspectiva del patio claustral pintado, que cambia desde el punto de vista donde se coloque el observador.
Los frescos con motivos religiosos que decoran las pechinas de la cúpula de la iglesia monfortina de Seoane son también obra suya, así como las ilustraciones de la obra, en tres tomos, de Historia de Monforte y su Tierra de Lemos, de Germán Vázquez. Novelas del fallecido escritor y musicólogo monfortino José Ibáñez también llevan sus dibujos.
Aunque nacida en Toledo por estar allí destinado su padre, militar de carrera, Celia Cortés residió en Lemos desde 1935 hasta su fallecimiento. Aquí se casó con el conocido odontólogo Enrique Gutiérrez y desarrolló su dilata y renombrada labor artística.
En su formación pictórica destaca su estancia en Paris pensionada por la Diputación de Lugo
En su formación pictórica destaca su estancia en París, donde se trasladó a principios de 1961 pensionada por la Diputación de Lugo. En la capital francesa amplió sus estudios de pintura con los maestros Andrée Lhote y Serge Poliakoff, así como con el escultor italiano Rossi-Rosso. Aquí fue premiada en la exposición de París de Foyer des artistas Boulevard de Montparnasse y en la de Ville de París.
Del mismo modo, amplió su formación en el terreno de la pintura moderna, estilización, esgrafiados y frescos murales en Barcelona. Fue distinguida también con diplomas y medallas individuales en el Salón de Otoño de Madrid en los años 1960 y 61.
Obras suyas, además de en colecciones particulares, figuran en el patrimonio artístico de la Diputación de Lugo, Ayuntamiento y Liceo de Ourense, casa sindical de Lugo, consulado de Italia en Vigo, hospital Clínico de Nueva York, Maison Hispano Marroquí de París, Centro Gallego de Madrid y Escuela Massana de Barcelona, entre otros organismos y sociedades.