Las calles más antiguas de Monforte perdieron el 35% de sus vecinos en 15 años

En Abeledos y Ramberde cada vez son más las casas deshabitadas ► Otras zonas del casco viejo, como San Vicente, padecen lo mismo

Rúa Abeledos de Monforte. L.A.R.
photo_camera Rúa Abeledos de Monforte. L.A.R.

El casco viejo de Monforte sufre desde hace años una alarmante pérdida de vecinos, siendo especialmente grave en dos calles de las más antiguas de la ciudad, como son Abeledos y Ramberde, donde la mayoría de las casas se encuentran deshabitadas y tienen colgado un cartel de "se vende".

En concreto, según un estudio realizado por los redactores del plan especial de protección del conjunto histórico de la ciudad, en estas dos calles hubo una disminución de vecinos del 35 por ciento en tan solo unos quince años, la más elevada de los espacios analizados.

COLAPSO. El casco histórico de Monforte cuenta con un total de 1.704 casas dentro de su ámbito de protección. De ellas, 700 son unifamiliares y el millar restante tiene dos o más viviendas.

Todas comparten dos problemas. Uno es su mal estado de conservación y, otro, que están desocupadas, por lo que se teme que su deterioro vaya en aumento al no recibir atención por parte de sus propietarios. Su colapso estructural, en la mayoría de los casos, apuntan los redactores del plan especial, está cercano.

No hay que ir muy atrás en el tiempo para ver como cada dos por tres alguna vieja casa se viene abajo por falta de mantenimiento por parte de sus propietarios.

La población que actualmente vive en el conjunto histórico asciende a unos 1.800 habitantes, sobre una población total del municipio de 18.976.

PREOCUPACIÓN. Se trata de unas cifras, pero también de su evolución en le tiempo, que preocupan a los redactores del documento y al equipo de gobierno del Ayuntamiento.

La idea, según explico el alcalde, el socialista José Tomé Roca, es que con plan especial se rehabiliten los inmuebles más emblemáticos del casco histórico y se conviertan en viviendas atractivas para los monfortinos, recuperándose la vida en la zona.

"O plan ten que ser un instrumento para conseguir tales metas,e neso estamos" destacó el regidor local.

El proyecto de protección para la zona contempla un horizonte de ejecución de obras de restauración de inmuebles de 16 años como mínimo y prevé una inversión total de 32 millones de euros.

Para cumplir con esas estimaciones habría que invertir en materia de urbanismo una media de dos millones de euros cada año.

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