Sin ningún tipo de miramientos. Tres grandes máquinas buldócer fueron las encargadas de acabar con un pinar pegado a la Devesa da Rogueira, mover todos los árboles caído a una distancia prudencial de este bosque único en la Europa Occidental y crear un gran cortafuegos alrededor de ellas. Al mismo tiempo, otras tres máquinas del mismo tipo perimetraban toda la devesa para impedir que el incendio que se inició el pasado viernes se comiese un bosque catalogado como primigenio.
Así se le llama aquel que ha existido sin perturbaciones humanas significativas u otros disturbios durante períodos que exceden con mucho la vida normal de los árboles maduros (de 60 a 80 años según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ( FAO).
La alcaldesa de O Courel, Lola Castro, estaba satisfecha por la decisión con la que se actuó en el entorno de A Rogueira. Dijo que las llamas llegaron hasta ese peligroso pinar pero que de inmediato se actuó para apagarlas y sanear el espacio con el fin de que proteger este espacio de alto valor natural. Asimismo, Castro habló de cientos de medios aéreos tanto para blindar A Rogueira como para refrescar toda la zona. La alcaldesa elogió la actuación llevada a cabo en este espacio natural por los servicios de extinción de incendios forestales.
La situación de los fuegos en O Courel, se mantiene estable, según la Consellería de Medio Rural, no así el estado de ánimo de los vecinos, muy afectados tras ver como ardía la práctica totalidad de su territorio. Así, la alcaldesa decidió anular todos los actos festivos que se habían programado para este verano.
Lola Castro también prepara un documento oficial para que su equipo de gobierno y el resto de los grupos municipales rubriquen la petición para o Courel de zona catastrófica.
Una semana de incendios
El fuego, que cumple una semana de actividad, suma 10.000 hectáreas quemadas. Además, en el sudoeste de la provincia y también en el entorno del geoparque Montañas do Courel, sigue activo un incendio en Seceda que se mantiene en las 1.100 hectáreas. Por otra parte, permanece estabilizado el de Nocedo, con 15 hectáreas, y controlado el de Outeiro, con 250 hectáreas. El de A Conchada (83 hectáreas) se dio por extinguido el lunes y, así, la superficie arrasada en los municipios de A Pobra do Brollón, O Courel y Quiroga suma 11.448 hectáreas.
En otros puntos del territorio, se dio por controlado el de O Castro, en Cervantes, que no llega a las 20 hectáreas. En ese mismo municipio había un segundo infuego en Noceda, que se quedó extinguido y que arrasó 182 hectáreas y un tercero en Cereixedo, estabilizado, con 65 hectáreas. Están controlados los de Palas de Rei y Antas de Ulla, con 375 y 40 hectáreas, respectivamente.
