Bocadillos de solidaridad en Monforte

El colegio de los Escolapios recaudó más de 3.000 euros en un acto con casi mil personas cuyo objetivo principal era financiar las becas de comedor para las familias con menos recursos 

El colegio monfortino de los Escolapios vivió este lunes una jornada de solidaridad y convivencia que se lleva a cabo en el centro desde hace 26 años. Los alumnos de secundaria preparan bocadillos de queso, chorizo, jamón cocido y salchichón que luego se reparten entre los estudiantes y sus familias. Por cada bocata se recaudan tres euros destinados a ayudar a las familias con menos recursos.

El proceso es muy sencillo. Cada alumno encarga para él y los miembros de su familia los bocadillos y éstos se deben canjear por un tique. Al darle el bocata al estudiante en cuestión, el colegio les entrega además una pieza de fruta y una botella de agua.

Con los tres euros que se dan por recibir el bocadillo el colegio financia las becas para el comedor con el fin de ayudar a las familias más necesitadas del centro. "É un xeito de solidarizarnos con aqueles que teñen dificultades para contar cun prato cheo na mesa todos os días", señaló el director del centro, Pablo Blanco.

Por cada uno de los bocadillos, hechos por los alumnos de secundaria, se recaudaron tres euros y se entregó fruta y agua

Gracias a esta actividad se reunieron al resguardo del pabellón de las instalaciones deportivas Álex Blanco cerca de mil personas, entre las que hubo varios exalumnos. Los bocadillos solidarios recaudaron más de 3.000 euros con los que el comedor podrá seguir prestando servicio a quienes más lo necesiten. "Deste xeito podemos manter as bolsas para os estudantes que pertenzan a familias con poucas posibilidades económicas", insistió Blanco.

Se trata de una jornada de ayuno en la que cada participante come solo un bocadillo y una pieza de fruta. La meta de la dirección del colegio es concienciar acerca de las dificultades que existen en muchas familias para hacer las comidas diarias recomendadas y tener productos de calidad con los que llenar los platos. Estas jornadas suelen contar con un importante éxito de asistencia y participación, pues la solidaridad casi nunca encuentra rival.

A la actividad se sumó la asociación de padres y madres del colegio, con un puesto de venta de café y chocolate caliente en el que se reunieron unos 300 euros. Sumado a lo obtenido por los bocatas se superaron los 3.000.

El día pudo ser redondo en caso de que el tiempo hubiese acompañado. La dirección del centro tenía previsto un baile en uno de los campos de hierba artificial de sus instalaciones deportivas en el que participarían padres e hijos. Se sustituyó por la representación de una canción en el pabellón.

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