Benedicta Sánchez, una de las gallegas del año gracias al premio Goya que ganó por su papel en la película O que arde, visitó este jueves Monforte, donde estuvo con los alumnos y profesores del colegio de educación especial Infanta Elena. Los estudiantes la recibieron con una espectacular bienvenida antes de sentarse a mantener una agradable conversación con ella.
El centro enmarcó la actividad en el programa diseñado para conmemorar el 8-M (Día Internacional da Muller). Nada más entrar al colegio, Benedicta se encontró con los trabajos realizados por los alumnos con el fin de ensalzar numerosas figuras femeninas de Galicia. Estaba Maruxa Mallo, también Vero Boquete y, por supuesto, ella misma. La foto de Benedicta lucía en una cartulina felicitándola por el Goya y proponiéndole un desafío de cara al 2021: O ano que vén a polo Óscar.
A Benedicta se la vio cómoda y natural, como es habitual siempre que ha acudido a actos como el de este jueves en el Infanta Elena. En el colegio departió un buen rato con los alumnos. No se levantó de la mesa que le prepararon hasta que contestó a la última pregunta y, después de eso, concedió todas las fotografías que quisieron los presentes. Siempre con una sonrisa en la cara, las mismas que se dibujaban en el rostro de los estudiantes, que la ovacionaron.
'NON MEREZO TANTO'. Benedicta repitió varias veces esta frase mientras los estudiantes y profesores del Infanta Elena la aplaudían. La actriz recibió varios regalos de manos de los alumnos en el salón de actos donde tuvo lugar el emotivo encuentro.
Un cartel de Benvida Benedicta puesto en la pared encabezaba la sesión. Justo al pie del escenario, enfrente mismo de los estudiantes, y tras la presentación a cargo de su hija, Benedicta empezó a hablar y a recibir los comentarios y preguntas tanto de los usuarios como del personal del colegio.
Los que más le preguntaron por su experiencia en O que arde, la película dirigida por Oliver Laxe que le hizo ganar el Goya y hacerse con un hueco en el corazón de todas las personas de Galicia. También hubo quien hizo cuestiones acerca de su vida y experiencias.
Los alumnos corearon con alegría su nombre y la vitorearon. Benedicta llegó a Monforte y, como en tantos otros sitios, recibió toneladas de cariño que ella correspondió. No vino mal la dosis de comodidad, buen ambiente y sonrisas matinales del Infanta Elena en unos días complicados y extraños para todos.
