La Audiencia absuelve a la monfortina acusada de intentar matar a sus hijos

La mujer dijo en el juicio que abrió el gas solo para llamar la atención de su marido y después lo cerró. La Sala cree que su versión "es posible" y "no quedó probado" que lo cerraran los policías

La monfortina acusada de intentar matar a sus hijos. SEBAS SENANDE
photo_camera La monfortina acusada de intentar matar a sus hijos. SEBAS SENANDE

La Audiencia Provincial de Lugo absolvió por falta de pruebas a la monfortina acusada de intentar acabar con la vida de sus dos hijos hace ya nueve años, cuando los menores contaban con seis años y quince meses de edad.

La mujer —defendida por la abogada María José González Rodríguez— reconoció en el juicio que abrió el gas de la cocina de su vivienda, pero explicó que se encontraba "superada" y que tan solo pretendía que su marido y su madre fueran conscientes de la situación por la que estaba atravesando. "Jamás tuve la intención de matar ni de hacer daño a mis hijos, solo quería llamar la atención y que mi familia viera que no podía más", dijo.

En la vista oral, celebrada el pasado día 10, la acusada reconoció que el 23 de septiembre de 2009, sobre las once y media de la noche, le envió un mensaje de texto a su marido, en inglés, en el que le decía: "Me voy a matar y voy a matar a los niños. Vas a quedar libre para el resto de su vida".

La mujer explicó que ese día se vio superada por la situación. "Por la mañana discutí con mi madre porque se presentó en el colegio de mi hijo mayor y me dijo que no iba a parar hasta quitármelo. Incluso tuve que ir al despacho de la directora a pedir que no la dejaran entrar al centro. Y luego por la tarde", contó, "descubrí que mi marido entraba en páginas de contactos en internet e intentaba engañar a mujeres para sacarles dinero. Mi hijo tenía 6 años y la niña 15 meses y yo tiraba sola de todo. Trabajaba hasta doce horas diarias para mantener todo y no pude más".

Según contó, ese día discutió con su marido y llegó a lanzar la alianza de bodas por la ventana. "En ese momento solo quería decirles: 'Daros cuenta de cómo estoy', así que se me ocurrió asustarlo. Le envié el mensaje y también hablé con un amigo suyo para contárselo. Yo jamás quise matarme ni matar a los niños. Si tuviera esa intención no hubiera avisado a nadie", dijo. Cuando recibió el mensaje, el marido de la acusada alertó a la Policía Nacional, que acudió rápidamente a la vivienda y tiró la puerta abajo, ya que la mujer no abrió.

GAS. La acusada aseguró que solo quería que la vivienda oliera a gas y que ella misma cerró los mandos de la cocina antes de acostarse en la cama con sus hijos. El fiscal, por el contrario, alegó que el atestado policial recogía que fueron los agentes quienes cerraron los mandos y abrieron las ventanas.

Ante esta contradicción en un aspecto tan relevante, el Tribunal recuerda que el atestado policial en sí mismo "no constituye un medio de prueba de los hechos" y explica que, durante el juicio, los policías que fueron a la vivienda se ratificaron en el mismo, pero ninguno de ellos recordaba haber cerrado los mandos.

La sala concluye así que la versión de la acusada "es objetivamente posible" y que "no quedó debidamente acreditado que actuase con la finalidad de provocar su propia muerte y la de sus hijos, bien por asfixia debido a la inhalación de gas butano, bien como consecuencia de una deflagración". La mujer, que se enfrentaba a un año de internamiento en un centro y a cuatro años y medio de cárcel, quedó absuelta.

ALEJAMIENTO. Si no es recurrida, la sentencia de la Audiencia de Lugo libera a la mujer de ingresar en prisión y la exime de toda culpa, pero no podrá devolverle los años que pasó sin ver a sus hijos. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Monforte dictó una orden de alejamiento en octubre de 2009 y la alzó en 2013. Según contó la mujer, que tiene otros dos hijos, sigue al detalle la vida de los niños, "pero ya no formo parte de su vida", lamentó.

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