Un alud de piedras y tierra cortó la N-120 en Os Peares durante 4 horas

Resultó herido el conductor de un vehículo que fue sorprendido por la avalancha

Lugar donde se produjo el alud. EP
photo_camera Lugar donde se produjo el alud. EP

La carretera Nacional 120 permaneció este sábado cortada al tráfico durante cuatro horas debido a un alud de piedras y tierra cerca de la localidad de Os Peares, en el límite provincial entre Lugo y Ourense. Dos vehículos sufrieron daños por el desprendimiento, resultando herido de carácter leve un conductor, el que iba en un pequeño camión que chocó contra una de las grandes piedras que se desprendieron del monte.

La avalancha sucedió sobre las siete de la mañana de este sábado, cuando se vino abajo un talud en las inmediaciones de la salida de la N-120 hacia la carretera que conduce al Parador de turismo de Santo Estevo. Fue de tal magnitud que grandes piedras de cientos de toneladas atravesaron la calzada, rompieron las vallas de protección de la calzada, los conocidos como quitamiedos, y algunas acabaron en el río Miño.

Agentes de la Guardia Civil de Tráfico se encargaron de desviar el tráfico por la antigua Nacional 120, aunque se registraron retenciones de camiones de gran tonelaje, a los que les resulta imposible circular por esta vía secundaria debido a su estrechez y a su sinuoso trazado. La empresa encargada del mantenimiento de la nacional logró en un tiempo récord, en unas cuatro horas, despejar parte de la vía para restablecer la circulación de forma intermitente, encargándose los operarios de regular el tráfico. Pasadas las dos de la tarde de este sábado la carretera estaba expedita, pero con señales de peligro advirtiendo de posibles aludes.

Fomento realizó diversas obras para prevenir los desprendimientos, pero en épocas de intensas lluvias no sirven de contención

PREVENCIÓN. El Ministerio de Fomento ha llevado a cabo numerosas acciones en esta carretera a lo largo de las últimas dos décadas para evitar desprendimientos de rocas y tierra como el sucedido este sábado. Los trabajos consistieron en inyectar cemento en los taludes y colocar barreras de protección para que pequeñas avalanchas acabasen en la calzada, así como la colocación de mallas metálicas para contener las laderas de las montañas.

Sin embargo, siempre ha sucedido que en temporadas de intensas y prolongadas lluvias todas estas medidas de prevención saltan por los aires en algún punto del trazado que va desde Guítara, en Pantón, y Nogueira de Ramuín, en Ourense.

De hecho, en enero del 2016, desde el consorcio de Os Peares se pidió la ejecución de obras con la finalidad de eliminar de una vez por todas el riesgo de aludes.

Los alcaldes de Pantón, Carballedo, A Peroxa y Nogueira de Ramuín, integrantes del consorcio, llegaron a enviar un escrito que no llegó a ser contestado.

Comentarios