El alto precio es el principal obstáculo para el consumo de alimentos ecológicos en la comunidad. Así lo recoge el Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega) en su barómetro anual, presentado en el hotel Cardenal de Monforte. Más de la mitad de las personas encuestadas, un 54,2%, señalaron que no consumen de manera más frecuente este tipo de productos debido a su coste elevado.
Es solo una de las conclusiones establecidas por el Craega tras su sondeo, que establece el nivel de adquisición de alimentos ecológicos a lo largo de 2020. La dificultad de encontrarlos es la segunda razón más esgrimida por los cuestionados, un 38,9%, para no consumirlos más a menudo.
El conselleiro do Medio Rural, José González, fue uno de los que participó en la presentación del barómetro. Le acompañaron el director xeral de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal), José Luis Cabarcos, y el presidente y el secretario del Craega, Francisco Valladares y Javier García.
Respecto a la pandemia, las estadísticas muestran una incidencia muy escasa. Aun así, el 10% de las personas aumentaron el consumo de alimentos ecológicos, un cambio de hábito motivado casi siempre por cuestiones de salud.
MÁS DATOS. Según el barómetro del Craega, el producto ecológico representa entre el 10 y el 30% de la compra total de alimentos para casi el 42% de los encuestados. Esta cifra creció más de un 5% respecto al sondeo anterior.
También aumentó el índice de personas que incluyen en su compra habitual más de un 50% de alimentos ecológicos. A su vez, más del 80% precisa que incrementaría este porcentaje y consumiría más productos de este tipo.
El Craega destacó que los consumidores de alimentación ecológica son mayoría por primera vez desde que se elabora el barómetro. No es una diferencia amplia, pero tampoco puntual, pues explicaría una tendencia creciente en la última década. Alrededor del 70% lleva más de tres años consumiendo estos artículos, un hábito que no ha cambiado en el último periodo. Este dato refuerza la idea de que el covid-19 ha tenido muy poca incidencia en el consumo ecológico.
