El juzgado de lo Penal número 1 de Lugo celebró este martes un juicio contra una mujer acusada de consumir droga durante su embarazo y abandonar a su bebé tras dar a luz en el hospital de Monforte, a finales de 2018.
La acusada -que se enfrenta a una condena de dos años y medio de prisión- declaró que se enteró de su embarazo tan solo dos meses antes de dar a luz y negó el consumo de estupefacientes. "Yo seguía teniendo el periodo y en ese momento tomaba ansiolíticos y anticonceptivos orales, nada más. En octubre me enteré de que estaba embarazada y a principios de noviembre pedí cita para un control médico, pero ya no me dio tiempo porque el niño nació en diciembre", dijo. La mujer negó además que abandonase a su hijo en el hospital. "Cuando nació el bebé me mandaron al Hula y me dijeron que el niño estaba muy grave. Después me dieron el alta y me fui a Monforte porque tenía otros hijos pequeños y tenía que atenderlos, pero yo llamaba todos los días para preguntar por el bebé y lo fui a ver varias veces, hasta que me lo prohibieron. Un día, de repente, me dijeron que ya no podía visitarlo más y que tenía que darlo en adopción", dijo.
Las declaraciones de las trabajadoras sociales, del personal del servicio de atención a drogodependientes y de las responsables del servicio de Menores de la Xunta presentaron sin embargo una realidad muy distinta. Según explicaron, la administración ya le estaba realizando un seguimiento a la acusada cuando se quedó embarazada. "Tenía dos hijos menores a su cargo y había un expediente abierto para atender la situación de esa familia. En verano de 2018, los niños nos contaron que su madre estaba embarazada, pero ella siempre lo negó. Nos enteramos cuando dio a luz y nos comunicaron que había un bebé, hijo de esta mujer, en situación de desamparo".
Desde Menores explicaron que se pusieron en contacto con la acusada para que se hiciera cargo de su hijo, pero ella se negó. "Los médicos nos dijeron que el menor estaba grave y que, por su situación, era muy importante el contacto físico piel con piel, por eso le dimos a la madre libertad absoluta para que visitara al niño, pero no lo hizo. De hecho, finalmente fue una voluntaria de Cruz Roja quien realizó esa labor". Los servicios sociales confirmaron que la madre se desentendió del bebé desde su nacimiento. "La llamamos varias veces para que fuese a ver al niño, pero nos dijo que no quería saber nada del bebé y que, ya que lo íbamos a tutelar, que nos encargáramos nosotros de él; que era nuestra responsabilidad".
La trabajadora del servicio de atención a drogodependientes de Monforte explicó además que la mujer era sometida a analíticas aleatorias y dio positivo en varias ocasiones, tanto antes como después de dar a luz. La Fiscalía explicó que, tras nacer, el bebé dio positivo en estupefacientes.
Finalmente, el pequeño fue dado en adopción y la acusada tuvo dos hijos más desde entonces. "Se está haciendo un plan de trabajo con ella y en este caso sí que lo está cumpliendo", señaló la trabajadora de Menores. Tras escuchar a las partes, el juicio quedó visto para sentencia.