El emblemático Bar Mario de Monforte cierra la persiana tras muchos años de historia

El establecimiento era conocido en Monforte por sus vinos de elaboración propia y sus tapas ► Eva Diéguez y Antonio Pérez, el matrimonio encargado del local, han alcanzado su jubilación
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photo_camera Interior del Bar Mario, situado en el número 9 de la Rúa Roberto Baamonde. L. A. R

Uno de los locales de hostelería más emblemáticos de Monforte, casi mítico, cerró este sábado sus puertas. Se trata del Bar Mario, situado en el bajo del inmueble con el número 9 de la Rúa Roberto Baamonde. El matrimonio que lo gestionaba en la actualidad, Eva Diéguez y Antonio Pérez, ha llegado a su jubilación, de ahí que hayan decidido bajar la persiana tras medio siglo sirviendo a los monfortinos.

Fue el padre de Eva, Mario Diéguez, un soberés que trabajó de muy joven en las minas de Freixo, quien con su esposa Lola cogió en el año 1970 las riendas de un pequeño bar que estaba situado en el número 5 de la Rúa Roberto Baamonde.

Allí servían vino de la prestigiosa zona de Amandi, tapas y comidas cocinadas de forma casera con productos de primera calidad. Esa conjunción sirvió para que muy pronto se convirtiese en todo un referente entre los vecinos de la ciudad del Cabe, amén de pulpo á feira que cocían a diario para servirlo en generosas raciones.

En el pequeño bajo del número 5 de esta calle permaneció abierto el Bar Mario hasta 1997, momento en el que trasladó unos cuantos números más arriba de la Rúa Roberto Baamonde. El local, mucho más amplio que el originario, permitió a Mario y a su hija hacer un espacioso, pero a la vez acogedor, comedor, y disponer cuatro mesas en la zona donde estaba la barra.

Así, decenas de monfortinos acudían a diario para tomar un excelente vino de elaboración propia acompañado de una tapa de caldo, orella o morro de cerdo cocido, lacón asado, empanadilla, freba, huevo cocido o mejillones, siendo la tapa estrella, la de pulpo.

Por lo que se refiere al comedor, los comensales disponían de plato del día por nueve euros, existiendo varios primeros y segundos para elegir. Todos los días se llenaban las mesas, habiendo un verdadero trajín de personas desde la una y media hasta las tres y media de la tarde. Dos horas en la que Eva Diéguez era ayudada en la cocina por una de sus dos empleadas, Pili, que hacían verdaderos malabares para que Eugenia, la otra trabajadora, sirviese sin demora a los que esperaban para comer. Desde 1970 los platos se elaboraban de forma casera, de ahí la fama del Bar Mario, a la que se le sumaba la del excelente pulpo á feira que cocían todos los días.

Este último era la verdadera estrella del local, tanto que el establecimiento y su pulpo apareció en una guía de vacaciones sobre la Galicia interior publicada por el diario británico The Guardian, algo a lo que Eva y Antonio no le dieron mayor importancia, pues huían de cualquier protagonismo, tanto que en aquel momento este diario intentó sin éxito hacerles una entrevista.

Pero, volviendo al principio, el cierre de este mítico establecimiento deja huérfanos a muchos clientes, los que acudían a diario a comer o a tomar un vino.

INICIOS. Hay que remontarse a 1950 para conocer los primeros orígenes del Mario. Ese año, un vecino de la monfortina parroquia de Sindrán abría un local en el número 5 de la Rúa Roberto Baamonde. El establecimiento no tenía nombre, siendo apodado cariñosamente como O Pixolas.

En 1956 cogió el traspaso un soberés llamado Luis Rodríguez, quien no quiso bautizar el local, por lo que los monfortinos siguieron llamándole O Pixolas. Este hombre, que llegó a entrar en la Policía Local de Monforte, lo regentó hasta 1970, momento en que cogió el testigo Mario Diéguez y luego su hija Eva y su yerno Antonio, hasta este sábado.

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