Acepta un año de cárcel por la muerte de un maderista en Ribas de Sil

El encargado de la empresa fue condenado por incumplir con la normativa de prevención de riesgos
El accidente se registró en una zona de difícil acceso de Cabanelas. ARCHIVO
photo_camera El accidente se registró en una zona de difícil acceso de Cabanelas. ARCHIVO

Un hombre ha aceptado una pena de un año de prisión por la muerte de un maderista en Ribas de Sil el 6 de mayo de 2016. El encausado era la persona encargada de controlar las medidas de seguridad establecidas por la empresa para prevenir riesgos y la Fiscalía lo acusa de incumplimiento de estas funciones.

El fallecido quedó atrapado durante una tala al caerle encima un pino. Murió por asfixia, pues el árbol lo presionó contra el suelo y obstruyó sus vías respiratorias.

La víctima había iniciado su relación laboral con la firma en cuestión el 10 de marzo del mismo año. Era la persona encargada de manejar la motosierra, por contrato de obra determinada o servicio a tiempo completo.

La acusación considera que el día del fatídico accidente "se incumplió de forma grave" la prohibición de la propia compañía de acudir un solo trabajador a cortar árboles. Igualmente, el encausado "tenía encomendado el cumplimiento de las medidas de protección", así como comprobar que los empleados contasen con "cursos especializados".

Según la fiscalía, "su omisión en la vigilancia de las tareas facilitó el accidente sufrido por el trabajador". Además, precisaron que la víctima, que perdió la vida el mismo día del suceso, carecía "de una formación específica".

La madre del fallecido reclamó la indemnización que le pudiera corresponder por lo ocurrido. Al mismo tiempo, la entidad mercantil tenía contratada una póliza de seguridad civil que cubría riesgos inherentes a la explotación y desarrollo de su actividad, entre los que se incluían daños materiales y personales causados en un accidente. El 28 de mayo de 2015 se consignó la cantidad de 50.500 euros en concepto de responsabilidad civil.

La fiscalía solicitaba inicialmente para el encausado una condena de tres años de prisión y otros tantos de inhabilitación especial para ejercer su profesión. Hubo acuerdo de conformidad y el acusado aceptó un año de cárcel.