La Ribeira Sacra mira al futuro y en él aparece la necesidad de adaptarse durante un tiempo a las exigencias impuestas por la pandemia de Covid-19. Es el caso de Aba Sacra, una empresa turística que organiza rutas en tren por los cañones del Sil. La compañía ha adquirido dos nuevos vagones que están siendo adaptados para dar servicio de forma segura a los visitantes, evitando la propagación del coronavirus.
El impulsor del proyecto, Antonio Rodríguez, señala que Aba Sacra se había hecho con este tren con la idea de sumarlo a su servicio la pasada Semana Santa. La crisis sanitaria cambió por completo todos los planes.
Antonio Rodríguez avanza que el nuevo tren tendrá una puerta para cada una de las personas que se suban a disfrutar de los trayectos por la subzona de Amandi (Sober). Serán un total de ocho. Además, solo se ocupará un 30% del aforo total del tren, al que accederá para un mismo viaje un máximo de 16 personas. En condiciones normales podrían ir 56.
Otra opción que se contempla es instalar mamparas en el interior de los vagones para separar a los usuarios. Sin embargo, Antonio Rodríguez añade que todavía "estamos pendentes de que se definan as diferentes normas a cumprir polo noso sector".
La previsión es que el nuevo tren turístico de Aba Sacra pueda ponerse en marcha la segunda quincena de junio. Todo dependerá de cómo avance la situación sanitaria en España.
Antonio Rodríguez cree que el camino a seguir para los próximos meses es apostar por el turismo local, de proximidad. "Moitas veces viaxamos ao extranxeiro sen coñecer a nosa realidade, a que está máis preto de nós", dice el impulsor de Aba Sacra, quien considera que la pandemia de Covid-19 puede haber abierto una puerta "a un turismo de calidade, non masificado e máis cultural".
