El Espazo Coworking de la Ribeira Sacra tiene abierto el plazo de inscripción de su cuarta temporada. En las tres anteriores terminaron la formación para emprendedores los promotores de 65 proyectos (un 80% de los que la iniciaron) y de esa cifra la mitad (una treintena) ya son empresas que están en funcionamiento o a punto de abrir sus puertas.
Alfonso Martínez, el coordinador de la iniciativa impulsada por la Xunta de Galicia y el Igape con el apoyo de la Escuela de Organización Industrial, hizo ayer balance de las tres ediciones del programa que se han desarrollado y mostró su satisfacción con los resultados.
"El 80% de los promotores de proyectos que comenzaron remataron los cinco meses de formación y los que no lo hicieron fue, en la mayoría de los casos, porque en ese camino les surgió otra oportunidad laboral. Ese alto porcentaje indica que los conocimientos que se ofrecen a los emprendedores les resultan muy útiles y les permiten redondear sus ideas de negocio", explicó Martínez.
Durante los meses que dura el coworking los emprendedores tienen la oportunidad de participar en talleres conjuntos y de contar cada uno de ellos con un mentor propio con el que desarrollan sus herramientas como su plan de márketing o un plan financiero y hacen análisis de mercado, entre otros aspectos.
El sector turístico, el agropecuario y el de servicios aglutinan la mayor parte de los proyectos empresariales
Al finalizar los cinco meses de formación los participantes pueden asistir a una demoday en la que entran en contacto directo con entes financieros a los que les puede interesar apoyar alguno de los proyectos.
PERFILES. En las tres ediciones del programa para emprendedores desarrolladas en la Ribeira Sacra, Martínez explica que se perfilaron proyectos relacionados especialmente con el sector del turismo y la restauración, con el agropecuario y con el sector servicios, dentro del que se pusieron en marcha tanto iniciativas web como de comercio tradicional.
En cuanto al perfil de los participantes, la media edad más baja fue la de la tercera edición, pero en todos los programas la mayoría de las participantes fueron mujeres.
Esa variable puede estar relacionada con la realidad de que son ellas las que tienen más dificultades para encontrar empleo y a las que les resulta más difícil conciliar la vida familiar y laboral, por lo que optan por llevar las riendas de su propio negocio en función de sus circunstancias.
