"Non necesitabamos baixar a Chantada"

O Poboado es un asentamiento donde vivían los trabajadores de Fenosa en el que solo quedan habitadas 12 de sus 48 viviendas

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photo_camera Instalaciones de O Poboado de Chantada. TOÑO PARGA

Medio siglo lleva instalado O Poboado en las afueras de Chantada. Este grupo de 48 viviendas eran la residencia para muchos trabajadores de Fenosa que se desplazaron hasta el municipio en los años 60, cuando se construyó el embalse de Belesar. Fueron tiempos de vida e intensa actividad en un lugar que actualmente genera sensación de abandono. Numerosas viviendas están vacías, los jardines permanecen sin desbrozar y los caminos se hallan plagados de baches y están mal asfaltados.

Los vecinos que todavía residen en O Poboado recuerdan los tiempos en que no necesitaban "baixar ata Chantada. Se queriamos podiamos facer toda a nosa vida aquí". Una de las personas del lugar afirma incluso que se creó un sentimiento de pertenencia muy fuerte. "Sempre se dicía que os de Chantada e os do Poboado eramos de sitios distintos", indica.

Una vecina observa el edificio donde se ubicaba el economato. TOÑO PARGAUn antiguo trabajador, ya jubilado de Fenosa, asegura que hoy en día solo quedan doce casas habitadas en O Poboado. Él recuerda cuando todas y cada una de las 48 que componen el núcleo daban resguardo a familias muy numerosas. "Eramos máis de cen rapaces e viviamos unhas 250 persoas. Había un ambiente espectacular", dice.

Los vecinos recuerdan cuando el economato daba servicio a unas 250 personas y lamentan el abandono actual

Los habitantes de O Poboado disponían de campo de fútbol propio -todavía se conserva una portería fija, aunque la madera con la que se hicieron los postes y el larguero está muy podrida-, pista de fútbol sala y tenis y canastas para jugar al baloncesto. Además, funcionaban a pleno rendimiento un casino con bar y sala de juegos y un economato que funcionaba como supermercado. Su utilización estaba reservada solo a los residentes. Los edificios que albergaban estos servicios permanecen cerrados y en completo desuso.

Instalaciones deportivas de O Poboado. TOÑO PARGA"É unha mágoa. Temos a sensación de que nos queren botar de aquí. Non poñen ningún interese en arranxar este lugar", afirma uno de los vecinos. Él mismo dice que en los tiempos en los que llegó con su familia a la zona "este lugar era impecable".

Entre sus mejores recuerdos se encuentra la celebración de la Patrona de la Luz, el 1 de junio. Ese día había fiesta en O Poboado y el campo de fútbol servía como epicentro de las celebraciones. "Colocaban a orquestra onde hoxe está a portería e había pendellos para comer. Viña xente de toda Chantada. Era como a festa dunha parroquia", recuerdan en las abandonadas calles de O Poboado.

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