"Es todo mentira", alega el acusado de abusar de una menor embarazada en Sober

La joven, que era la novia de un amigo de su hijo, tenía 14 años y estaba embarazada de cinco meses. "Perdí el bebé una semana después y sé que fue por lo que él me hizo. Fue muy duro", dijo

El acusado, este miércoles en la Audiencia de Lugo. SEBAS SENANDE
photo_camera El acusado, este miércoles en la Audiencia de Lugo. SEBAS SENANDE

"Es todo mentira". Así de tajante se mostró este miércoles el hombre acusado de abusar sexualmente de una menor en el municipio lucense de Sober. "Yo no le toqué ni le ofrecí dinero para que se acostara conmigo. Todo lo que dice ella es falso", declaró.

El hombre, con iniciales J.L.P.G., se enfrenta a siete años de prisión como presunto autor de un delito de agresión sexual, ya que tanto la Fiscalía como la acusación particular consideran probado que cometió los hechos. Según alegan, el 22 de marzo de 2011, la chica acudió con su novio a la vivienda del acusado porque el joven era amigo de su hijo y habían quedado para que le ayudara a cortar leña.

Los dos chicos se marcharon y, tras un par de horas, el acusado le dijo a la menor que iba a llevarles tabaco y le preguntó si lo acompañaba. La joven accedió sin desconfiar del hombre, pero durante el trayecto, se introdujo en un camino estrecho y cubierto de árboles y paró el coche. "Primero sacó la cartera y me ofreció 50 euros si me acostaba con él. Yo le dije que no quería dinero y él solamente decía que me podía dar más. Después", narró la víctima, "empezó a besarme mientras me hacía tocamientos. Yo me puse muy nerviosa y le pedía que parara y que me llevara por favor a junto de mi novio, pero él insistía, así que forcejeamos y me rompió la camiseta".

El acusado: "En aquel momento yo tenía problemas con el alcohol, pero ni toqué a la chica ni le ofrecí dinero por acostarse conmigo"

Según explicó la chica, en un momento dado consiguió abrir la puerta y salir del coche, pero el acusado salió tras ella y la agarró por los brazos. "Me dijo que volviera a subirme al coche, pero como vio que me resistía me dio un puñetazo en la barriga. Yo estaba embarazada de cinco meses y empecé a llorar y a pedirle que me llevara con mi novio. Le dije varias veces que no le iba a contar nada a nadie y al final arrancó el coche y me llevó", contó.

Cuando llegaron al lugar en el que estaban los dos jóvenes, el acusado dejó a la menor y se marchó. "Cuando estuve a solas con mi novio le conté lo que había pasado. Primero fuimos a casa de mis suegros y después me llevaron al médico. Me dolía el abdomen", dijo, "pero no me vio ningún ginecólogo".

Una semana más tarde, el 30 de marzo, la menor sufrió un aborto, aunque los peritos concluyeron que era "imposible" determinar la causa del mismo. Aun así, la joven está "convencida" de que se debió a la presunta agresión que sufrió por parte del acusado. "El embarazo iba bien y perdí el bebé una semana después de lo que pasó. Yo sé que fue por lo que él me hizo y fue muy duro. Estaba embarazada de casi seis meses y es algo que no se olvida. Ahora tengo 22 años y dos hijos, pero esa pérdida es algo que voy a revivir siempre", lamentó.

El hijo del acusado: "Yo no tengo la certeza de si lo hizo o no, porque yo no estaba, pero cuando me lo contaron sentí vergüenza"

La joven explicó además que arrastra secuelas psicológicas desde aquel día. "Voy con mi pareja a todas partes y soy incapaz de estar mucho tiempo sola. Desconfío de todo y soy incapaz de ir en coche con ningún hombre. No consigo olvidar", declaró.

Durante la vista oral, también prestó declaración el hijo del acusado, que actualmente continúa siendo amigo de la pareja. "A mí me lo contaron esa misma tarde. Yo no tengo la certeza de si lo hizo o no lo hizo, porque no estaba allí, pero cuando me lo contaron sentí vergüenza y pensé: "¿como es posible que le haga eso a la novia de un amigo mío?".

Tras escuchar a testigos y peritos, tanto la Fiscalía como la acusación particular mantuvieron su petición de siete años de cárcel y nueve de alejamiento. El abogado de la defensa, por su parte, pidió la libre absolución del acusado, al considerar que no quedó probada su culpabilidad.

El letrado argumentó además que, cuando sucedieron los hechos, el hombre tenía "un serio problema con el alcohol", e incluso llegó a estar ingresado en el año 2015 para seguir un tratamiento de deshabituación en Proyecto Hombre. "Aunque en ese momento no hubiera bebido, tenía síndrome de abstinencia y eso afectaba a sus capacidades", dijo. Por este motivo, solicitó que, en caso de ser condenado, se le aplique una eximente y se le imponga una pena inferior. El juicio quedó visto para sentencia.